La idea del Principado de pinchar la Autovía Minera para dar un acceso directo a los terrenos en los que se proyecta instalar en Granda una segunda ITV en Gijón fue recibida ayer con dudas por parte de la plataforma de afectados y también de la asociación vecinal de la parroquia, que consideran que en todo caso ese nuevo vial debería de estar construido antes de que empiece a funcionar la inspección de vehículos y no al revés. “Proponen gastar el dinero en algo inviable porque ya hay una salida de la Autovía Minera al lado y los accesos que plantean requerirían de una inversión muy grande. Los terrenos por los que iría tienen propietarios con los que tendrían que arreglarse y hace falta un proyecto, con lo cual eso puede tardar como poco un año”, señala Pilar Granjo, portavoz de la plataforma contra la ITV, que considera que una instalación de este tipo debe estar en un polígono industrial y no en una zona rural.

No obstante, Granjo se muestra abierta a “que nos expliquen qué quieren hacer”, echando en falta que hasta el momento no se haya puesto en contacto con la plataforma ningún representante de las administraciones. La portavoz de esta plataforma ciudadana considera, en todo caso, que el nuevo vial de acceso debería de ejecutarse antes de la apertura de la ITV. Sus recelos derivan, en este sentido, de los retrasos o la renuncia a la ejecución de proyectos que se han producido en ocasiones en la ejecución de obras públicas: “Nos puede pasar como con el metrotrén o como con el vial a El Musel”.

Apunta también que utilizar los viales actuales de la parroquia para los centenares de vehículos que a diario transitarían por ellos hacia la ITV no sólo afecta a los vecinos de Granda sino también “a las parroquias que están algo más al sur, como Vega y Lavandera” cuyos vecinos transitan por Granda con sus vehículos. “Si hacen una propuesta viable, con un acceso exclusivo para la ITV, vamos a ver, pero con lo que les va a costar pinchar la Autovía Minera se pueden comprar medio polígono industrial para montar cuatro ITVs”, señala Granjo, a la vez que a que advierte de que la asociación de vecinos llevará el asunto a los tribunales si autorizan una instalación que un informe encargado por la asociación vecinal considera que incumple la normativa y que el suelo podría estar contaminado, tal como adelantó LA NUEVA ESPAÑA.

El presidente de la asociación de vecinos, Félix Gómez, se pronunció en términos similares, apuntando que tomará medidas “si nos ignoran y no solucionan nada, sobre todo el tema de los accesos y la contaminación acústica”. Respecto al pinchazo de la Autovía Minera que se propone, señala que puede hacerse fácil de salida aprovechando la calle cortada en la que se convirtió el vial que iba del matadero a Nuevo Roces, que quedó cortado con la construcción de la autovía. “Pero también tendrán que hacer un acceso de entrada”, avisa. Algo que considera difícil que se pueda ejecutar “de un día para otro”.

El presidente vecinal, con quien ha mantenido contactos el concejal José Ramón Tuero, explica que “no nos sirven reformas de caminos” para aceptar el proyecto de la ITV, sino que “lo ideal es hacer un ramal nuevo y hacerlo antes” de que entre en funcionamiento el servicio de inspección técnica de vehículos. La portavoz municipal de Podemos, Laura Tuero, criticó ayer que el nuevo acceso podría costar “un millón o más”, pagado con impuestos de todos los asturianos. El edil de Ciudadanos, Rubén Pérez Carcedo, dijo en el mismo sentido que el coste de una “mala decisión” no pueden pagarlo los asturianos.