“A mí me sigue el agua por todos los sitios”. Luis Laria, fundador y alma mater de la Coordindadora para el Estudio de las Especies Marinas (Cepesma), se refería así a las satisfacciones y los sinsabores que ha tenido en su actividad. Los primeros, por la recuperación y el estudio de animales marinos. Los segundos por las dos inundaciones que dañaron las instalaciones de divulgación científica del Cepesma en Luarca y la tercera que afectó al Parque de la Vida (el centro de recuperación de especies del Cepsma, en La Mata, entre Otur y Luarca). La primera ocurrió con el destrozo del museo del calamar gigante en el temporal de principios de febrero de 2014. El último “palo” el pasado mes de diciembre, cuando la rotura de una canalización de agua inundó el Parque de la Vida. Ahora se ha organizado una exposición de arte y objetos diversos en la sala de Caja Rural de Asturias, para ayudarle a recuperar las instalaciones.

Alberto Estrada, coordinador de los voluntarios del Cepesma en Gijón fue quien impulsó esta muestra que estará abierta al público hasta el próximo 3 de marzo. Desde pinturas de artistas como Díaz de Orosia y esculturas como la donada por Antonio Oteiza hasta libros como los cedidos por el Club Astur de Regatas, discos, películas en DVD, o camisetas como las donadas por el ciclista Chechu Rubiera o por instituciones como el Real Sporting de Gijón o el Grupo de Cultura Covadonga, son algunos de los objetos a la venta para recaudar fondos con los que ayudar a recuperar el área divulgativa en la que se conservan los “peludines”, los calamares gigantes que se exhibían en el museo destrozado por el temporal de 2014, hasta que el Ayuntamiento de Valdés habilite un nuevo espacio para que puedan volver a exhibirse en Luarca.

Luis Laria espera que el nuevo museo del calamar gigante en Luarca esté abierto este verano, pero el Parque de la Vida, un centro de recuperación cedido al Cepesma desde 1997, cuenta con muchos más recursos. Y no sólo divulgativos. También es “el primer centro de recuperación de especies marinas de todo el Cantábrico y de referencia en España en la cuando a las focas grises” ya que ha permitido a lo largo de estos años salvar y reintroducir en el mar a 32 focas de esta especie, explica Laria. Además de especies marinas, también se recuperaban especies silvestre hasta hace cuatro años, cuando cesaron la actividad “porque el Principado nos quería sumar en este tipo de actividad con el acuario de Gijón y nosotros como ONG no podíamos trabajar con una entidad privada que explota el recurso marino”, señala Luis Laria.