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Enfado en el sector pesquero por la apertura de El Musel a arrastreros pelágicos de Irlanda

Lonja Gijón “ha traspasado una línea roja” al recibir boniteros que faenan con artes prohibidas en España, afirma el presidente de las cofradías

Aspecto de una de las cajas de bonito descargadas ayer en El Musel por los arrastreros irlandeses.

La descarga ayer en la Lonja de Gijón de 68.000 kilos de bonito capturado por los arrastreros irlandeses “Ocean Pioneer” y “Rachel Jay S.448”, usando artes pelágicas prohibidas en España, ha indignado al sector pesquero asturiano. El presidente de la Federación de Cofradías Asturianas, Adolfo García Méndez, advirtió ayer a la dirección de la rula gijonesa que “si vienen más a Gijón, el sector pesquero asturiano va a tomar medidas”. La dirección de la lonja gijonesa declinó realizar comentarios. El enfado es mayúsculo en el sector pesquero asturiano, con comentarios que incendiaron ayer las redes sociales y con reproches a pie de lonja.

Estos barcos no pueden faenar dentro de las aguas territoriales españolas, pero sí descargar en sus lonjas. El año pasado arrastreros pelágicos foráneos ya lo intentaron en la lonja de Avilés, que los rechazó. Al haberlos aceptado, “Lonja Gijón ha traspasado una linea roja contra los intereses de nuestra flota artesanal”, señala García.

Mientras que la flota española emplea artes de pesca, en las que no se daña al ecosistema y se extraen los bonitos en condiciones óptimas, las redes pelágicas de franceses e irlandeses “son destructivas con el medio marino, atrapan tortugas, ballenas, delfines, atunes rojos y los tiran al mar”, explica Adolfo García, añadiendo que las condiciones en las que traen el pescado hacen “que apeste a putrefacción; Sanidad tiene que tomar cuenta, porque no es pescado apto para el consumo humano”, opina el presidente de las cofradías. Las capturas de los arrastreros pelágicos son adquiridas por conserveras.

Estos barcos con malas artes faenan por parejas. Entre el Cabo de Peñas y Lastres, a una distancia que está un poco más allá del límite de las 12 millas de aguas territoriales, están faenando “entre 20 y 30 parejas” de arrastreros irlandeses y galos, según la cuenta de Adolfo García. Compiten por el recurso con los barcos españoles, incluyendo la flota artesanal asturiana. Los dos que descargaron ayer en Gijón pudieron regresar a las pocas horas a la cercana zona de pesca.

El sector teme que los arrastreros pelágicos acaben esquilmando el mar. A quienes vieron con sus ojos ayer el cargamento de los irlandeses les escamó que sólo hubiera bonitos grandes, lo que les lleva a sospechar que tiraron al mar los bonitos más pequeños y los atunes capturados.

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