Paseantes y comerciantes se llevaron ayer una gran sorpresa cuando a media tarde se percataron de que un pequeño animal que iba corriendo con sigilo por la calle Covadonga no era un perro sino un mapache. La propietaria de una tienda de esa calle cerró rápido la puerta de su negocio, para evitar que entrase dentro. El animal, entonces, se refugió en un portal de esa misma vía. En ese lugar permaneció hasta que los bomberos acudieron para recogerlo y custodiarlo. Al no tener identificación ni chip avisaron a Medio Rural, que recogieron ayer al animal.
“Estaba asustado, daba pena, estaba como desubicado. Cuando le cerramos la puerta se escapó rápido”, relatan los testigos de este hecho que llamó la atención ayer por la tarde a toda la céntrica calle. “Parecía que se dirigía como hacia la plazuela de San Miguel, y al ver movimiento en las tiendas quiso entrar, pero se acabó escapando para refugiarse en un portal que estaba abierto”, explican quienes observaron la curiosa situación vivida ayer en Gijón.
Se desconoce el origen del animal, de tamaño similar al de un perro de raza pequeña, aunque los que le vieron ayer por la tarde danzando por la ciudad creen que puede haberse escapado de algún hogar. “Estaba muy limpio, como si se hubiese escapado de alguna casa”, detallan las personas que vieron de cerca a este mapache.
Una dotación de Bomberos a cudió al lugar de los hechos ayer por la tarde. Allí en primera instancia avisaron a los vecinos del edificio que actuasen con precaución, ya que se encontraba suelto dentro del inmueble, ante el peligro de que pudiese causar algún daño. No ocurrió nada por fortuna, ya que los efectivos de Bomberos lograron localizarle y llevarlo hasta sus dependencias. Posteriormente desde Medio Rural se hicieron cargo del animal.
