Uno de los acusados de patear a un sintecho en Gijón afirma que iba bebido y drogado

El detenido en Gijón niega ser el autor de los golpes y del vídeo de la agresión, pero reconoce que las imágenes se tomaron con su móvil

Dos jóvenes agreden a un sintecho en un portal de Gijón y lo graban en vídeo

FDV

Pablo Palomo

Uno de los dos gallegos detenidos por patear brutalmente a un sintecho en un portal de la calle Magnus Blikstad, en Laviada, y luego difundir un vídeo en redes sociales manifestó ante el juez este sábado que solo presenció los hechos, pero que no participó en ellos. Este joven es M. H. F., que fue detenido el viernes en Gijón, horas antes que A. R. P., el otro acusado, al que se localizó en Lalín (Pontevedra), la localidad de la que los dos son oriundos. Lo que vino a decir M. H. F. sobre el caso, desvelado por LA NUEVA ESPAÑA, es que no es él la persona que aparece en las imágenes propinando una patada al mendigo, ni tampoco el autor del vídeo que luego terminó en su cuenta de Instagram. Sí que reconoció que la pieza se grabó con su móvil y que esa noche había consumido alcohol y otras drogas en cantidades generosas, todo ello según explicaron fuentes cercanas al caso. Un caso, que, por otra parte, ha generado una gran repulsa en las entidades sociales que trabajan con personas que viven en la calle. "No se trata de un hecho aislado", lamentan sus responsables.

M. H. F pasó a disposición judicial este sábado, en Gijón, un día después de haber sido detenido por la Policía Nacional. Los agentes dieron con él tras una investigación coordinada con la Guardia Civil de Lalín. El otro acusado, A. R. P., fue detenido también el viernes en la localidad gallega. El caso se remonta a la noche del 26 de noviembre. Un joven se acerca sin mediar palabra a un sintecho que duerme en un portal de la calle Magnus Blikstad, le pega una brutal patada en la espalda y le roba una manta con la que se protege del frío. De fondo, se escuchan risas. Todo quedó documentado en un vídeo publicado en una cuenta de Instagram donde se ve a los responsables, jactándose de lo sucedido, en una vivienda y bebiendo cerveza. Las imágenes se volvieron virales y fueron el origen de la investigación policial. En Gijón, la llevó la Brigada de Información de la comisaría de El Natahoyo.

Los dos acusados están en libertad provisional. A. R. P. declaró en Galicia y M. H. F. lo hizo en el Juzgado de Instrucción número 1 de Gijón. Explicó que se encontraba con unos amigos suyos en Magnus Blikstad cuando se produjo la agresión, pero negó que fuera el quien pegase al sintecho ni tampoco el que grabara las imágenes. Sí que reconoció que el vídeo se tomó con su teléfono móvil y que había bebido y consumido drogas. Según explican fuentes cercanas, llevaría un tiempo viviendo en Gijón junto a su pareja, próxima a dar a luz. "Vivió un episodio del cual no fue muy consciente porque había bebido y consumido. Se vio implicado en la situación de rebote. Fue una mala noche", comentan las citadas fuentes.

Condena unánime

El caso ha generado una gran indignación en las entidades sociales dedicadas a mejorar la situación de las personas sin hogar. Explican que casos como el de Laviada no son infrecuentes para aquellos que carecen de una vivienda digna. Sin ir más lejos, a primeros de noviembre de este año la Policía Nacional detuvo a un hombre de 59 años por increpar a otro sintecho en un cajero de la avenida de La Costa. Le pegó, le llamó "yonqui" y llegó a presentarse ante él con un mosquetón y una correa para perros. Tenía antecedentes.

"Por desgracia, situaciones como estas son más frecuentes de la que nos gustaría a todos. Hay una estadística del 2015 que indica que al menos el 47 por ciento de las personas sin hogar ha sufrido algún tipo de agresión física o verbal en algún momento de su vida", apunta Gonzalo Caro, coordinador de relaciones institucionales de Hogar Sí. Esta entidad tiene su sede en Madrid, pero tiene activos proyectos por toda España, entre ellos dos activos en Gijón y en Avilés. "Las situaciones de pobreza extrema contribuyen a deshumanizar a estas personas. Pasa con el racismo y los crímenes contra personas LGTBI. El estigma hace que no se les valore como seres humanos", añade Caro.

"Creo que la persona afectada vino alguna vez a comer con nosotros. Es muy triste que pasen cosas así. Nos produce una enorme indignación y una gran situación de rechazo. No hay justificación ninguna", indica Marisela Cueto, la directora de la Cocina Económica de Gijón. "Hay casos de dos personas que se pelean entre sí cuando salen de fiesta. ¿Pero esto? Nos preocupa y nos indigna que alguien se acerque a pegar a una persona indefensa. Que esto pase es algo muy doloroso", añade. Una visión similar tiene Cristina Avella, directora del Albergue Covadonga. "No son casos aislados. Se publican casos como este por toda España. Hay gente que no tolera al pobre, se llama aporofobia", concreta. "La sensación que nos queda es fatal. Es una persona vulnerable a la que encima le quitaron la manta, que es de lo peor que se puede hacer", incide Avella.

Irma Benito forma parte de la Fundación social Mar de Niebla, "Compartimos mucho tiempo y espacio con personas que están en situaciones como la de del agredido y seguramente todas ellas sean capaces de contar una situación parecida como la de la calle Magnus Blikstad", evalúa. Si bien, Benito aporta una visión más positiva del asunto y reconoce que, por lo menos en Gijón, se dan también muchos casos de solidaridad con personas sin hogar. "Se suele formar una red vecinal y de comercios que ayudan a estas personas en lo que pueden que es bastante sólida. Gijón tiende a ser solidaria", zanja Irma Benito.

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