Intenso periplo por la capital leonesa

Finalmente llegaba Jovellanos a León desde Azadinos, penúltima parada en el camino en la llamada Casa del Pradón, aún hoy conservada y recientemente restaurada para evitar su caída.

El 6 de junio tocaba a su fin y dice así para llegar a León: "Puente de San Marcos, donde llegamos de noche, y estaban esperándonos con la comunidad los colegiales Bayón y Villar y el sobrino don Jacinto Roque".

Llega a San Marcos y allí le esperan Pedro Bayón y Bayón, Juan González Villar que era de Luanco y que en la época tuvo fama por su producción poética plasmada en una obra llamada "Judith", poema épico escrito en asturiano en 1770. Además de eclesiástico fue matemático, poeta, historiador o filósofo. Llegó a ser canónigo de la catedral de León, y alcanzó a ser también deán de la misma. También le esperaba Jacinto Roque Lorenzana, regidor perpetuo de León y muchas veces citado en los diarios de nuestro protagonista.

El caso es que ya está en San Marcos, ¿y a que venía Jovellanos a León? Pues en realidad a presidir la elección del prior del convento perteneciente a la orden de Santiago. Estos actos se desarrollan entre el 7 y el 11 de junio de 1792 y el día 15, como veremos, reinicia el regreso a Asturias pero por otro camino donde el monasterio de Carracedo ocupará un lugar importante en sus observaciones.

No puedo dejar pasar la oportunidad de dar dos pinceladas sobre la historia del convento de San Marcos de León, una de esas joyas artísticas que la ciudad leonesa tiene. Cárcel, cuartel, hospedería, hospital o Parador Nacional, son algunas de las actividades que se desarrollaron tras los muros de este imponente edificio. Los orígenes del mismo hay que remontarlos a los tiempos de la infanta Sancha de Castilla, hija de Alfonso VII, que donó gran cantidad de dinero para la construcción de un albergue que ayudase a los peregrinos del Camino de Santiago y a gentes humildes y pobres. En el siglo XVI fue la aportación del rey Fernando el Católico la que hizo que se construyese el gran edificio de estilo gótico-plateresco que hoy podemos disfrutar. Juan de Juni fue una de las manos artísticas que participó en la obras escultóricas mientras que Juan de Badajoz, el mismo que trabajó en partes de la catedral de Oviedo, fue uno de sus arquitectos.

Pues tras los muros del edificio leones pernoctó Jovino aquellas jornadas para la elección del prior que finalmente se hizo y el día antes de la partida escribe en su Diario: "Jueves 14.- convite a ver la procesión y beber en casa del arcediano de Saldaña, D. Nicolás de Herrera, con toda la parentela y tertulia. Visita por la mañana a las Catalinas; por la tarde a las Carvajales, benedictinas. Refresco; juego".

Visitó el antiguo convento de las Catalinas de la ciudad que a posteriori fue sede de la primera biblioteca provincial de León.

A continuación las carbajalas, así denominadas porque fueron trasladadas a Carbajal de la Legua, y en su retorno a León hacia el 1600 tomaron el nombre de Santa María de Carbajal. Su origen data de mediados del siglo XII, aunque fueron los Quiñones de Alcedo quiénes ofrecieron a las monjas una nueva ubicación, que sería la hermosa plaza del Grano o plaza del Mercado, donde en el edificio aún conservado, podemos ver cómo recuerdo de esta donación una placa conmemorativa y los escudos heráldicos de esta familia.

Tierras del Bierzo

Al día siguiente, tras los trabajos ya realizados comienza el regreso y lo primero que nos dices es esto: "Viernes, 15.-Salida de mañana en la berlina de Pepe Tineo. Camínase oriente-poniente. Trobajo; déjase a la izquierda el camino de Salamanca; Virgen del Camino a la legua. Montejo de la Vega; a la izquierda del camino se empieza a ver arcilla; Valverde del Camino; Villadangos; lo demás guijo. San Martín del Camino; Órbigo; la parte que está antes del puente se llama el Hospital de Órbigo; a la entrada el gran campo donde se defendió el Paso honroso, y a la vista los montes de Luna, en que se cortó la madera para los catafalcos. El lugar del Hospital pertenece al condado de Luna, y el del Puente, mayor y más poblado, a la Orden de San Juan, y da nombre a una célebre encomienda. Es ya obispado de Astorga, que empieza en San Martín".

No sale don Gaspar hacia el norte, sino hacia el oeste porque sus pasos van hacia tierras del Bierzo para conocer de cerca el monasterio de Carracedo como iremos viendo, de ahí que pasa saliendo de León por Trobajo del Camino, Villadangos del Páramo, San Martín del Camino y en este primer tramo, sobre todo, Hospital de Órbigo. Iba Jovellanos a llegar a pernoctar a la Antigua Asturica Augusta, es decir Astorga, pero pasa, observa, y cita en Hospital la mítica leyenda del Paso Honroso. El puente aún impone hoy, con sus más de 200 metros de largo, y sus 19 arcos. El río Órbigo, queda regulado en su cauce tras la construcción del ya citado embalse de Luna, en época moderna, pero en tiempos de los romanos o medievales era necesaria esa envergadura. Es paso del camino de Santiago y paso en su día de carreteras romanas hacia Asturica. Su trazado actual es más medieval que romano y con sus reformas pertinentes data del siglo XIII, pero su fama está relacionada con el mítico Paso Honroso. Y es que en 1434, el caballero Suero de Quiñones ya mencionado aquí en capítulos anteriores, quería demostrar el amor que sentía por Leonor de Tovar. Pidió al rey Juan II de Castilla celebrar un torneo donde tenía que enfrentarse a todos los caballeros que quisieran atravesar el puente. El torneo había de durar un mes y todos los días habría enfrentamientos, menos el 25 de julio, día de Santiago Apóstol. Se dice que rompió 300 lanzas y venció a casi 70 caballeros. Tras esta hazaña Suero de Quiñones y sus colaboradores peregrinan a Santiago y dejan como recuerdo y símbolo una argolla que él había llevado en cada lucha con los otros caballeros. El caso es que a día de hoy se celebran de modo festivo las justas medievales en el puente y está declarada fiesta de interés turístico regional.

El camino prosigue y así nos lo narra Jovellanos: "El Órbigo nace en Peñalba, hacia Asturias, y entra en el Luna junto al lugar de Ublanca, a siete u ocho leguas del puente; tiene éste veintiún ojos y está muy maltratado. Se trata de repararle, y la obra se ha regulado en un millón y cuatrocientos mil reales. Todo el camino guijoso, y se encuentra en muchas partes la antigua vía militar romana, hecha toda de guijo, y en parte muy bien conservada".

Sobre el puente de Hospital de Órbigo nada más que añadir, con respecto a la carretera romana que venía ya desde Tarragona, la Tarraco romana hasta Astorga, Asturica Augusta, hay que decir que aparece referenciada ya en el siglo III en el llamado Itinerarium Provinciorum Antonini Augusti, como vía 32, aunque el trazado de la carretera romana no pasa exactamente por Hospital sino más al sur a poca distancia. Aún así hay tramos reconocibles hoy día.

Añade nuestro ilustre viajero: "Órbigo dista cinco leguas de León y dos de Astorga. Pásase por un puentecito en el lugar de San Yuste. Astorga, situada en alto, entrada por un feo, incómodo y tristísimo arrabal de casas terrizas, que sube hasta la puerta del Rey, sobre las cuales, las armas del señor. Muralla bien conservada. Hállase luego la casa del señor de Noceda, donde escribo".

Existe hoy en Astorga un barrio llamado Puerta de Rey y una iglesia parroquial con el mismo nombre, con gran tradición por cierto, en Semana Santa . Pero por esta parte alta por la que accede Jovellanos a la ciudad existió realmente una puerta en las murallas con ese nombre. Hoy una placa conmemorativa nos lo recuerda.

Pernoctará nuestro viajero en Astorga en casa de los señores de Noceda que tenía sus raíces en Galicia, pero tras enlaces varios también alcanzaron notoriedad en Astorga. Lo que sucede a continuación lo vemos en el próximo capítulo.

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