Lección de los escolares de Gijón con una reanimación simultánea de récord: "Hay que quitarse el miedo"

El Palacio de los Deportes acoge este evento, en el que tomaron parte 1.402 escolares: "Siempre es mejor hacer algo que no hacer nada"

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Isabel Sevilla tiene 21 años, es auxiliar de enfermería y ahora estudia para ser técnica de emergencias. Ayer no fue alumna, sino profesora. Una de las encargadas de transmitir una valiosa lección: que las manos pueden volver a hacer latir un corazón que se para. Sevilla fue una de las participantes en las actividades por la celebración del Día Mundial de la Concienciación sobre la Parada Cardiaca. Estuvo en los Jardines del Náutico durante el primer maratón de RCP solo con las manos. El plato fuerte de la jornada estuvo en el Palacio de los Deportes. Gijón fue capaz de batir su propio récord, el de reanimación cardiopulmonar simultánea. Se consiguió porque en el equipamiento de La Guía se citaron 1.402 alumnos de doce colegios, once de la ciudad y uno de Villaviciosa, para demostrar que saber primeros auxilios salva vidas. "Hay que quitarse el miedo. Muchas veces la gente no actúa porque cree que va a hacerlo mal. Siempre es mejor hacer algo que no hacer nada", apuntó Isabel Sevilla.

Por la izquierda, Isabel Sevilla en el maratón del Náutico y varios alumnos durante la jornada en el IES Número 1. | Juan Plaza /  Marcos León

Isabel Sevilla en el maratón del Náutico. / Juan Plaza

El parqué del Palacio de los Deportes se llenó ayer de escolares y de muñecos. Sobre el pecho, los participantes aprendieron las técnicas necesarias para hacer una RCP solo con las manos. Esta técnica se diferencia de otras porque incluye las comprensiones y obvia las ventilaciones. La razón de por qué se enseña así la da Esther Álvarez, la jefa del centro de medicina deportiva del Patronato Deportivo. "Las técnicas en las que se incluyen las ventilaciones las dejamos para los sanitarios porque cuando sucede en la calle no se actúa sobre un muñeco, sino sobre una persona", avanzó. "Se vio que había gente que se echaba atrás porque el paciente puede haber vomitado o sangrado por la boca, entonces mucha gente al creer que no podía ventilar no hacía ni lo uno ni lo otro", desgranó. "No se puede perder el tiempo dudando de si se ventila o no porque cada segundo cuenta. Solo con las comprensiones se pueden salvar vidas", añadió Álvarez.

Manos para los corazones

y varios alumnos durante la jornada en el IES Número 1. / Marcos León

El grueso de la jornada estuvo en el Palacio de los Deportes, pero no solo. A las doce del mediodía se sumaron de forma telemática otros muchos colegios e institutos de Gijón. Entre ellos, estuvieron el colegio Jovellanos y el IES Nº1. Participaron centros de Valladolid, Vigo, Valencia y de otras zonas de Asturias y así hasta 49. Con los 1.402 alumnos presentes en la pista del coliseo deportivo y los que se conectaron a través de la red de redes hubo más de 10.000 escolares haciendo RCP a la vez. Esta cita ya tiene cierto arraigo en la ciudad. Empezó hacerse en 2019 y se retomó el año pasado tras la pandemia. En 2022, fueron 1.280 personas las que participaron en los Jardines del Náutico.

Este lugar acogió el maratón de RCP por la tarde. Duró dos horas y hubo público de todo tipo. Estuvieron por ejemplo los estudiantes de la FP de Condicionamiento Físico Iván Menéndez, Gabriel Barrero, Christian Méndez, Álvaro Cifuentes y Enol Méndez. "Hacer este tipo de prácticas en el exterior es muy positivo. Todos deberíamos conocerlas", expresaron. "Tenemos que aprender a manejar estas situaciones, a controlar las emociones, porque es una situación que puede pasar en el día a día", dijo, por su parte, Enol Méndez.

Paula Fuente es otra de las alumnas que aspira a ser técnica de emergencias. "La RCP salva vidas. Antes de que llegue un sanitario se puede actuar", añadió. Los hechos les dan la razón. El pasado sábado la intervención de una médica fuera de servicio, del exjugador del Sporting Ablanedo I ayudaron a reanimar a un hincha del Zaragoza que entró en parada. La providencial actuación de los agentes de la Policía Local Félix Rodríguez y Javier Tuset con el desfibrilador hizo que este hombre de 53 años saliera adelante. "Esto no es una cuestión de sanitarios. Es de todos", apostilló Esther Álvarez. Razones le sobran.

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