El cuchillo del crimen de la inmobiliaria de Gijón: de carnicero y con un filo de 15 centímetros

La exmujer del asesino confeso declara que le veía "obsesionado" con su situación económica, pero que no le imaginaba capaz del crimen

El cuchillo empleado en el crimen.

El cuchillo empleado en el crimen. / Pablo Palomo

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Recta final a la fase de instrucción del crimen de la inmobiliaria. La exmujer de Felipe de Arriba, el asesino confeso de Francisco Javier Rodríguez Tobajas, y una de sus hijas declararon ayer en sede judicial en compañía de su abogada, María Escanciano. Su testimonio fue breve y lo más destacable fue, según apuntaron fuentes de la acusación, que la pareja del acusado manifestó que le vio "obsesionado" en el último año con su situación económica, pero que no se imaginaba que fuera a terminar de dos puñaladas, una en el corazón, con la vida del dueño de la inmobiliaria Golden Star. Por otro lado, en el sumario del caso, ya figuran, a petición del juez, los datos del cuchillo empleados por de Arriba para perpetrar el crimen. Se trata de un cuchillo de mango rojo, de marca "Twin Master" y con un filo de 15 centímetros de largo y tres de ancho. El arma, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA, la sacó de la carnicería de la calle Uría en la que trabajaba desde hace años.

La fase de instrucción del caso está ya muy avanzada. Según las fuentes consultadas, lo único que faltaría, más allá de algún documento acerca de la situación económica del carnicero, es un informe psicológico de él. Felipe de Arriba reconoció haber acabado con la vida de Tobajas por un préstamo que le fue concedido por Tobajas a su entonces mujer en el 2005 por el importe de 3.500 euros. Su abogada, María Escanciano, lo calificó como "aberrante" por los altos intereses a los que tuvo que hacer frente. Habría tenido que devolver, siempre según su declaración ante los policías que lo detuvieron, la cantidad de 17.000 euros a Tobajas y otros 20.000 a otro prestamista. Ello le llevó a pedir más dinero y poner su casa como garantía de cobro ante Caja Madrid. Vivía en Montevil, pero fue desahuciado en el año 2014. Esto le llevó posteriormente al divorcio y a terminar viviendo en una habitación en un piso compartido situado en la Carretera del Obispo, en Contrueces, su barrio de siempre.

Las declaraciones tanto de la exmujer como de una de las hijas (tiene otra) de De Arriba fueron breves. La antigua pareja manifestó que sigue en contacto con él, pero que en los meses anteriores habían perdido relación por otro asunto. Siempre según fuentes de la acusación particular, ejercida por el abogado Eloy Fernández Schmitz, aseguró que le había visto algo "obsesionado" con su situación económica en los últimos tiempos, pero que era muy "reservado" y que nunca se pudo imaginar que terminaría por acabar con la vida de Fran Tobajas. La declaración de la hija fue aún más breve y vino a decir que seguía viendo a su padre, que lleva en prisión provisional desde el 22 de septiembre. El crimen, que tuvo lugar en la calle Campo Sagrado, se produjo el jueves 20 de septiembre.

Eloy Fernández Schmitz aseguró que pedirá "la máxima pena posible". Considera que se trata de un caso de asesinato "de manual" por lo que la condena estaría entre los 25 y los 15 años. Felipe de Arriba se enfrentará a un jurado popular. Para el abogado de la acusación particular la forma que tuvo de obrar "no tiene ninguna justificación ni atenuante". Los datos del arma eran otro de los asuntos que quedaban por saber. El cuchillo, tal y como desveló este periódico, lo sacó el día antes del crimen de la carnicería en la que trabajaba. Lo llevaba envuelto en un papel y en una bolsa de plástico de este popular negocio. De Arriba esperó a su víctima durante la mañana y esperó a que se fuera a montar en su coche, en compañía de su hija, para actuar. El cuchillo lo tiró por encima de la tapia de la Residencia del Carmen poco antes de ser detenido. No se opuso a los agentes y los días que pasó en el calabozo se mostró colaborativo.

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