"Les chapones" dan "Sombras de luz": la mirada de Luismi Piñera a la obra de Fernando Alba

Los círculos de la obra de Fernando Alba son marcos de lujo para ver algunas zonas de la ciudad

"Les chapones" dan "Sombras de luz"

"Les chapones" dan "Sombras de luz" / Luis Miguel Piñera

Luis Miguel Piñera

Luis Miguel Piñera

El titular de una entrevista a Fernando Alba en LA NUEVA ESPAÑA el 8 de enero de 1999, hace 25 años, era significativo: "Lamento que la actitud humana sea simplista y carente de respeto". Esa entrevista era ilustrada con una foto del artista con su clásica boina, y con "Sombras de luz" al fondo. La obra todavía no se conocía como "les chapones", pero enseguida así fueron para todo el mundo.

No fue bien recibida la obra de Alba. Era para muchos gijoneses y gijonesas una "polémica inversión artística", no comprendida por su modernidad y decía Fernando Alba: "A estas alturas uno ya está acostumbrado. Una de las tragedias humanas es que cuanto más se ignora algo menos respeto se le tiene. El arte es de difícil acceso porque necesita un esfuerzo". El artista explicaba "Sombras de luz" de esta manera: "La escultura la completa el observador. Las obras no vociferan. Todos los juegos estructurales surgen de ahí, de las sombras de luz. El entorno, el infinito, el mar… Todo está presente en la pieza. Pero el arte no se hace para que se entienda porque es algo insondable, inaprensible".

El día siguiente, el 9 de enero de 1999, el concejal de Cultura Manuel Muruais, opinaba. "Con Alba pasa lo mismo que con “Elogio del Horizonte” de Eduardo Chillida; el arte en espacios públicos siempre da lugar a todo tipo de opiniones. La obra es una pieza extraordinaria, muy de nuestro tiempo, es una de las mejores esculturas que va a tener Gijón".

Desde hace 25 años, en Mayán de Tierra, entre las escaleras 18 y 19 del Muro de San Lorenzo, de acero cortén, cuatro planchas rectangulares perforadas con círculos de distinto diámetro. Eso es "Sombras de luz". Para todas y todos "les chapones". Un consejo: observar, allá a lo lejos, el "Elogio del Horizonte" por uno de esos círculos; esos círculos son marcos de lujo para ver algunas zonas la ciudad. Otro consejo para los que dicen que tapan el paisaje: miren una "chapona" (cinco metros de alto) de perfil. Son finas.

Desde las elecciones municipales del martes 3 de abril de 1979 los ayuntamientos de toda España se democratizaron. En el caso de la ciudad de Gijón comenzó un camino hacia la "modernidad" que tuvo su icono cultural con la instalación el 9 de junio de 1990 de "Elogio del Horizonte" de Eduardo Chillida. Eso tras recuperar para la ciudad la parte más alta de la cima de la villa, La Atalaya.

Recorrer Gijón es recorrer un museo. Con unas obras conservadas bajo techo en los diversos espacios locales, sean estos públicos o privados. Pero con otras muchas obras formando parte de un "escultórico museo callejero", al aire libre, que nos encontramos y admiramos (seguramente los visitantes lo admiran más) al pasear por la ciudad. Como "les chapones" desde hace 25 años. Además muchas de esas vanguardistas esculturas están situadas en diversos barrios de la ciudad, prácticamente en todos ellos.

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