Condenado a siete años y siete meses de cárcel el "apuñalador del tute" de Gijón por intento de homicidio

El acusado, que cometió el crimen cuando se encontraba fugado de la cárcel por no volver de permiso, recurrirá la sentencia y pide la libertad

El «apuñalador del tute», el día del juicio en la Audiencia Provincial.

El «apuñalador del tute», el día del juicio en la Audiencia Provincial. / Pablo Palomo

Pablo Palomo

Pablo Palomo

J. C., alias "Piti", más conocido en el último año y medio como el "apuñalador del tute", acaba de ser condenado a casi ocho años de cárcel por tratar de matar de una cuchillada a un compañero suyo con el que tuvo una disputada tras una partida de cartas, y por enfrentarse a los agentes que, horas después, le fueron a detener a su casa. El procesado, que cometió los hechos el 6 de abril de 2022, cuando se encontraba en búsqueda y captura por no haber regresado a la cárcel de Asturias tras un permiso, recurrirá la sentencia de la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Gijón, donde fue juzgado el pasado 30 de noviembre, al Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias. Fuentes cercanas a este organismo explican a LA NUEVA ESPAÑA que el procesado pide en su recurso o bien la libre absolución, o bien que los hechos sean considerados un delito de lesiones y no de intento de homicidio, que es por lo que ha sido condenado, además de por el delito de resistencia a los agentes.

Los hechos tuvieron lugar, según el relato del fiscal, el pasado 6 de abril en una cafetería de la calle Fuente del Real, en El Llano, donde "Piti" y su víctima jugaban a las cartas. Tras una partida de tute, los dos tuvieron una discusión. Siempre según el relato del condenado, la cosa habría empezado por el regateo con un coche de segunda mano. Tras un intercambio de pareceres subido de tono, los dos salieron a la calle a fumar y allí la víctima, que otro día le había enseñado una pistola de su propiedad, le habría amenazado con pegarle dos tiros. Fruto de esta amenaza es por lo que dice el condenado que se defendió. El herido, cuyas lesiones estima el fiscal podrían haber devenido en su muerte, negó tajantemente lo de la pistola y dijo en el juicio que el condenado "le dio un puñetazo en el cuello" y que notó que "le apuñaló en la yugular". Entre el agresor y la víctima había una relación de cierta amistad. De hecho, no hubo en el juicio acusación particular. Tras el ataque, el procesado se fue a su casa, con su mujer. Fue detenido allí horas después por la Policía Nacional.

A los agentes también les amenazó con un cuchillo. Les dijo, según el fiscal, "no tenéis huevos a entrar, sois unos hijos de puta y os voy a rajar". En el juicio, el procesado lo negó y dijo que sí, que tenía una navaja, pero que era porque se estaba pelando una manzana. La Audiencia Provincial le ha condenado a siete años por intento de homicidio y a otros siete meses por resistirse. Recurrirá la sentencia.

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