Entrevista | Oliver Suárez Rubio Concejal del Ayuntamiento de Gijón y presidente de Divertia

"La Semana Grande crecerá del 3 al 15 de agosto para tener dos fines de semana"

"Estuve afiliado al PP y luego a Vox hasta esta semana, puede que en el futuro esté en otro partido, pero no es algo que me ocupe ahora mismo"

Oliver Suárez, en la ventana de su despacho de la Casa de la Palmera.

Oliver Suárez, en la ventana de su despacho de la Casa de la Palmera. / Luisma Murias

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Oliver Suárez, concejal no adscrito en el Ayuntamiento de Gijón tras su baja de Vox –que acaba de confirmar esta misma semana– es también el presidente de Divertia, entidad que gestiona el teatro Jovellanos, el Festival de Cine y los festejos en la ciudad. Suárez analiza las novedades para el próximo año en los diferentes eventos, también su salida de Vox y la situación en la que se encuentra Divertia.

–¿Qué balance hace de su primera Navidad al frente de Divertia?

–Totalmente positivo. Los ciudadanos están contentos y así lo percibimos. Acabamos de llegar y tenemos todavía recorrido. Queremos trabajar de cara al año que viene en conseguir que Gijón sea una referencia turística navideña. Me empeñaré en conseguir sinergias y contenidos de la mano de Turismo y Cultura para lograrlo.

–¿Qué ideas tiene?

–Desde actividades nuevas o potenciar los mercados navideños. Hay un montón de actividades que se pueden implementar o mejorar las propias.

–¿Se recuperará el Festival de Magia?

–Estamos trabajando para que vuelva. Era un festival atractivo para la gente y, en especial, para los más pequeños, que tienen que ser lo grandes protagonistas de la Navidad. Tenemos que darle forma. Era un festival que tenía el teatro lleno y que generaba muchas actividades en la calle que gustaban.

–La cabalgata de Reyes ha estado en el punto de mira por la polémica en torno a la participación de animales. ¿Renuncian a su presencia o lo intentarán en la próxima edición?

–Vamos a ver las posibilidades que hay. Ha quedado demostrado que no habido ninguna ilegalidad desde Divertia. Yo mismo hice un par de consultas jurídicas a nivel personal en octubre y noviembre cuando empezamos a valorar la presencia de animales. Se me trasladó que era legal, al igual que también lo ha dicho la Dirección General de Derechos de Animales. Éramos conscientes que iba a generar polémica, pero hay un montón de ciudades españolas, entre ellas Oviedo y Avilés, ésta última con gobierno socialista, que tienen animales y no hay ninguna polémica. La alcaldesa, ante el acoso mediático de los partidos de izquierda, y de no querer tomar decisiones que luego pudiesen ser contraproducentes a nivel de demandas, hizo la consulta a la Secretaria y hubo que decidir que no saliesen los dromedarios. Los caballos no salieron por cuestión meteorológica y sentido común. El año que viene se estudiará detenidamente y se ajusta a la legalidad no se descarta que participen

–Está ya el Antroxu a la vuelta de la esquina. ¿Alguna novedad?

–Se incrementarán los premios para las charangas de manera muy considerables, en más de un 40 por ciento. Además, estamos en conversaciones con la Unión de Comerciantes para que el Antroxu tenga visibilidad en los escaparates de los comercios, y que sirva también para darles dinamismo en estos meses complicados.

–En abril llega un nuevo evento a la plaza de toros de El Bibio como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. El «Gijón Arena». ¿Cómo será?

–Se está perfilando el proyecto del «Gijón Arena». Se ultima la parte técnica, con el tema de seguridad y aforos. Tendrá una carpa con estándar de calidad importante. No es una carpa al uso. Será algo de calidad y bonito que va a gustar. Albergará todo tipo de eventos culturales y lúdicos. Mi empeño es que la música no sea la única protagonista. Es una de las exigencias fundamentales. Será un evento muy interesante, con dos meses y medio cargados de actividad.

–Recuperan en verano los conciertos internacionales, con «Scorpions», después de varios años de ausencia, ¿Son viables?

–Sí, porque hay una colaboración público-privada. Si fuese solo el Ayuntamiento el riesgo sería muy grande y ahora mismo hay que contenerlos. Esta manera es la forma de traer carteles atractivos.

–¿Puede optar Gijón a alguna cita más de nivel este año?

–El riesgo es alto, nadie te garantiza un retorno concreto. Los cachés son muy altos. Hablar de un Bruce Springsteen, «Coldplay» o Taylor Swift ya te plantas en dos, tres o cuatro millones de euros. Este año en principio solo habrá un concierto así. No se descarta que haya más adelante más, pero hay que avanzar un poco más en la legislatura para estudiar fórmulas. Tenemos un presupuesto muy ajustado, quiero seguir cuidadoso, para no presentar pérdidas como este año.

–¿Mantendrán los conciertos gratuitos de la Semana Grande o pretenden introducir también la fórmula de las actuaciones de pago como en otras ciudades, como por ejemplo Oviedo?

–La línea en que trabajamos es en llegar a acuerdos con promotores, para hacer con nuestra colaboración una oferta lo más atractiva posible, como pasa con Robe, «Estopa», «Scorpions» o Víctor Manuel. Seguirán los conciertos gratuitos, que intentaremos que sean lo más atractivos posibles para Gijón, en los escenarios de Poniente y la plaza Mayor.

–Han recuperado la plaza de toros para conciertos, también mantienen en el Palacio de Deportes. ¿Le gustaría recuperar Las Mestas para conciertos?

-Sí, pero tiene el hándicap que por el Concurso Hípico el césped tiene que estar cuidado con mucho tiempo de antelación, y claro, hacerlo en invierno es complicado. En junio ya estaríamos muy justos y sería el límite para organizar algo, y antes es complicado ahí. Tengo el recuerdo de ver a Sabina o «Maná» en Las Mestas. Es un espacio muy atractivo y con un aforo interesante, para poder realizar conciertos.

–Los hosteleros solicitaron instalar casetas en la calle para la Semana Grande, pero no fructificó. ¿Se aplicará este verano?

–Es algo que está encima de la mesa. Hemos tenido contactos con Otea (patronal de la hostelería) y nos reunimos este lunes con Manuel Cañete, presidente de la FAV (Federación de Asociaciones Vecinales). Hay que buscar un formato de mayor consenso posible, tanto para las casetas, como para la actividad que tengamos a lo largo del año. Es difícil estar todos de acuerdo. Hay que tratar de buscar el modelo de mayor consenso.

–¿Le gusta la idea?

–A mí, personalmente, me gustan, pero no de cualquier manera, en un espacio lo suficiente amplio, que sean los hosteleros de Gijón que participen, se les adecue el precio para que sea negocio para ellos también y no sea un riesgo excesivo. Es un formato que me gusta, porque hace que la Semana Grande se viva en la calle durante los doce días que durará, que este año irá del 3 al 15 de agosto. Este año cumplimos los dos fines de semana comprometidos que íbamos a tener actividad.

–¿Qué opciones estudian para instalar las casetas?

–Estamos a tiempo para que pueda hacerse este año. Se han valorado diferentes espacios, desde la avenida del Molinón, hasta la calle Claudio Alvargonzález en el puerto deportivo, o incluso el «solarón». Es decir, ubicaciones lo suficiente amplias. E incluso pensamos en poner casetas en los barrios. Pero antes de decidir eso hay que avanzar en el modelo que queremos.

–¿Trabajan en alguna modificación más en la programación para este año?

–Estamos pensando en introducir alguna variación en el Día de Asturias en Gijón, que este año será el 3 de agosto, con un nuevo aire. Pero sin ir al formato de hace 30 años. Igual nos planteamos que el desfile de los grupos folclóricos en vez de ser solo del Ayuntamiento al Cerro pueda pasar también por el Muro.

–¿Qué situación se ha encontrado en Divertia?

–Un presupuesto totalmente congelado de los dos últimos ejercicios y desajustado con la realidad, con una falta de control de seguimiento por parte de la anterior directiva. Lo hemos cambiado, hemos tenido las primeras reuniones con los directores del teatro Jovellanos, Festejos y Festival de Cine para ver las partidas que tenemos que ajustar. Estos son ejercicios que según me comentan no se realizaban y considero que hay que hacerlo como mínimo de forma trimestral. El déficit que presentaremos será cerca del millón de euros, probablemente no llegaremos, pero es algo que la sociedad no se puede permitir. Hemos conseguido que la aportación municipal se incremente en un 40 por ciento para ajustar los gastos reales de la sociedad y la actividad a la realidad.

–El nombramiento de Fernando Losada como gerente ha llegado con polémica. ¿Dificulta su labor que no tenga firma?

–Está nombrado como gerente por el consejo de administración y está aprobado porque cumple con las bases, que son las misma que en 2019. Es la primera vez que se aprueba un nombramiento y que se le deniegan los poderes. Los mismos que se quejan que no tiene poderes son los que impiden eso. Es una persona sin ninguna adscripción política y que conoce la ciudad perfectamente. Tendrá las funciones de un gerente, pero se tendrá que sentar conmigo para firmar todo lo que haya que firmar, al igual que se sienta el otro directivo, Alejandro Díaz Castaño, el director del FICX, que coordina, negocia, gestiona patrocinadores y subvenciones, pero la firma la tengo que hacer yo.

–¿Confía en que se pueda cambiar la situación?

–Lo más operativo es que tuviera firma, pero tampoco nos asusta. Estoy muy en el día y así seguiré, no se perderá operatividad, ni me da miedo la situación. Hasta la fecha estaba yo solo y nada se ha dejado de hacer. Los que están acostumbrados a que el gerente de Divertia sea de índole política, como en el anterior mandato, no están acostumbrados a que alguien venga a la política con ganas de hacer cosas de manera profesional y ayudar a todo el equipo y hacer las cosas lo mejor posible. Quizás el PSOE está acostumbrado a colocar a políticos.

–Hace tres meses que estalló la ruptura de la alcaldesa con Vox y también su salida del partido con el que fue elegido concejal. ¿Se podría haber evitado?

–Tendría que haber habido voluntad por las tres partes de haberse evitado y no la hubo. Yo la tenía, fue a lo que invité, y no la tuvieron las otras dos.

–Este es el primer gobierno de derechas en coalición en Gijón. ¿Desaprovechó Vox una gran oportunidad?

–Sin duda. Se ha desaprovechado la oportunidad, desde una concejalía muy interesante y en la que se podían haber hecho muchas cosas.

–¿Cambiaría algo?

–Intenté ser coherente con el dictamen que arrojaron las urnas, que es que hubiera un gobierno de centro-derecha. Con la salida de Vox y la ruptura, ese equipo de gobierno se ponía en serio riesgo, y se podía dar lugar a que la izquierda tuviera algo que decir. Y ya tenemos el ejemplo de la nación, con independentistas que fuerzan hasta las últimas consecuencias. No quería que sucediese algo parecido. Estoy tranquilo con mi conciencia, duermo todas las noches, y creo que hecho lo que debía.

–Continúe.

–Sabía la que me iba a caer, no ha sido agradable, porque además te atacan a nivel personal, y es algo que no entiendo, porque me han insultado en dos plenos, no es que me llamasen «tránsfuga» o «ultraderechista», es que me han dicho «ignorante» o «paleto», y considero que las faltas de respeto sobran en una sala de plenos. Lo que he intentado es darle estabilidad al equipo de gobierno de Gijón.

–¿Ha tenido algún contacto con su anterior partido?

–Esta semana para darme de baja, porque no acababa de finalizarse, es algo lento.

–¿Se ve en el futuro afiliándose o formando parte de otro partido político?

–Es algo que no he pensado. Estoy aquí para trabajar por los gijoneses y de la mano con Foro Asturias y Partido Popular en el gobierno. Hay cosas que trabajar, como la estación intermodal, el «solaron», Naval Gijón o la contaminación. Hay muchas deudas históricas con los ciudadanos. En eso me quiero centrar. No es algo que me ocupe ahora. Estuve afiliado en el PP y luego en Vox. Puede que me afilie a otro partido, pero es algo que no me preocupa ahora mismo.

–Todo estallo a raíz del Festival Internacional de Cine (FICX). ¿Necesita algún cambio el festival?

–Todo es mejorable. Hemos llegado al nivel de ingresos de 2019. El FICX no tiene que perder su esencia, pero lo que me gustaría es que llegase a más gente sin perder el contenido, para que se haga más referente todavía en el circuito de festivales. Vamos a ser lo suficientemente imaginativos y creativos para que el año que viene el FICX sin perder su leimotiv amplíe el espectro de gente que sea vea capaz de ir a ver una película. Tenemos ahí un pequeño proyecto que seguro que lo vamos a conseguir.

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