Entrevista | Carlota Suárez Escritora, acaba de publicar «Muerte en el Meridiano»

"Escribir es una terapia para aligerar la mochila de mis preocupaciones"

"Los escritores somos capaces de vendernos por la necesidad de reconocimiento, lamento que los concursos literarios sean mercantilistas"

Carlota Suárez posa con su nuevo libro "Muerte en el Meridiano".

Carlota Suárez posa con su nuevo libro "Muerte en el Meridiano". / Juan Plaza

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Carlota Suárez (Gijón, 1977) acaba de lanzar su nuevo libro, titulado "Muerte en el Meridiano". Lo presentará el próximo viernes en un acto que tendrá lugar en la Escuela de Comercio a las 19.00 horas. La autora ya ha publicado otras novelas, "Tinta, una muerte inexplicable" y "La tumba del rey", así como la participación en cuentos y antologías con otros autores. Este nuevo libro aborda un crimen que se ambienta en la isla de El Hierro.

–¿Cómo surge este nuevo libro?

–De casualidad. Estaba trabajando en un proyecto con mucha carga de novela histórica, muy tipo a la anterior, a "La tumba del rey". Necesitaba documentarme, tenía concertadas varias reuniones, y nos pillaron esos cierres perimetrales de después de la pandemia, que complicó ese proceso. Coincidió entonces que presenté a la escritora Esther García Llovet en la Feria del Libro, nos fuimos a tomar un café y me planteó un reto. Me decía que tenía que intentar hacer algo de forma espontánea, sin documentarme tanto. Empecé a escribir a lo loco, pero es algo que no puedo, necesito un esquema porque soy Carlota Suárez, pero me quedé un poco a caballo, surgió este nuevo proyecto, "Muerte en el Meridiano", en el que pretendía hacer un homenaje a Agatha Christie. Pero lo hice a mi manera. No es una novela de detectives clásica, arranco etiquetas desde el principio.

–¿Cómo le ha marcado Agatha Christie?

–Marcó la diferencia entre la lectura joven que fui y la adulta. Una se sentía más adulta a finales de los ochenta cuando dejaba de leer los libros dirigidos al público juvenil y cogía la novela que acababa de leer su madre. Todos recordamos ese verano del cambio. En mi caso fue dejar a los Hollister y pasarme a Agatha Christie.

–¿Qué se encontrará el lector en "Muerte en el Meridiano"?

–Que no se espere una novela clásica de policías. Es una invitación a jugar al "Cluedo", divertirse muchísimo, conocer el poder de la palabra y aligerar mi mochila. La tengo cargada de preocupaciones y la tinta para mí es terapia, lo que hago es aligerar mis piedras pasándole a los lectores un poquito. Lo que hago es poner sobre la mesa un tema que me preocupa e invitar a la reflexión. En este caso pongo en el foco en la pertenencia al grupo, la necesidad de reconocimiento, los egos o el tema de las etiquetas.

–¿Por qué la novela se ambienta en una pedanía de la isla de El Hierro y en el marco de un festival literario?

–Que sea en un festival me da la oportunidad de meter al lector entre bambalinas del mundo literario. La novela se desarrolla en un festival literario en una isla, que a nivel de orografía es igual a La Graciosa, pequeñita y muy manejable sin coches y todo de arena, pero la sitúo al norte de la isla de El Hierro, porque me parece muy mágica esa idea del Meridiano Cero, porque El Hierro se conoce como la "Isla del Meridiano", porque cuando creíamos que la tierra era plana antes de llegar la corona británica se creía que el meridiano de Greenwich pasaba por la isla de El Hierro. La isla, que se llama Santa Lucía, es inventada, pero me gustaba que estuviese en ese punto geográfico tan especial.

–Aborda una guerra de egos entre dos escritoras.

–Lo que pasa en el mundo literario sucede en todas las profesiones. La condición humana es así. Quería poner sobre la mesa una situación, los lectores están muy equivocados porque la mayoría de los escritores no viven de escribir, sino que es de lo que se genera alrededor: talleres, seminarios o charlas. La autocrítica es que los escritores generamos tal necesidad de reconocimiento que somos capaces de vendernos por vender más. Y lamento también que los concursos literarios sean muy mercantilistas y los festivales muy guetos. Me apetecía mucho que esas cosas el lector lo supiese y entrase ahí dentro. No temía no volver a publicar de nuevo, lo que me apetecía es hacer esa denuncia. Soy muy lectora, idolatré a muchos escritores y también me llevé muchos chascos cuando descubrí al escritor que había detrás.

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