Un acusado de asaltar con pistola una gasolinera de Gijón alega que tiene las manos "deformes" y no puede empuñar un arma

El otro acusado argumenta que el día del atraco estaba fugado "por otros hechos": "Es rocambolesco"

El fiscal eleva su petición de cárcel a cinco años para cada uno de los implicados

Un vehículo de la Guardia Civil, en la gasolinera de Mareo tras el atraco.

Un vehículo de la Guardia Civil, en la gasolinera de Mareo tras el atraco. / S. F. Lombardía

Uno de los dos acusados por el atraco a punta de pistola en la gasolinera de Mareo (hay un tercer sospechoso fugado de la Justicia), el que según el fiscal empuñó el arma, tiene «deformidades graves en las manos», sobre todo la derecha, por un accidente infantil. El otro, aunque no niega su historial delictivo, explica que en la mañana del día de autos huyó, «por otros hechos», de la Guardia Civil de Noreña, y que se refugió en casa de su madre. Ambos niegan tener «nada que ver» con aquel asalto que, en marzo de 2021, se saldó con un botín de casi mil euros. La Fiscalía insiste en que hay «indicios» y elevó a cinco años de cárcel su petición para cada uno de ellos. Las defensas, que reprocharon lo «rocambolesco» de las acusaciones, piden la absolución.

El implicado con lesiones en las manos responde a las iniciales S. V. J. y su letrado es Rubén González Sierra. Aseguró no conocer al otro acusado, de iniciales J. L. F. S. y defendido por Javier Rodríguez Revilla, que se manifestó en los mismos términos. Los abogados esgrimieron que no existe «ninguna prueba directa»: los autores del atraco aparecen encapuchados en las cámaras de seguridad –la empleada confirmó esta mañana que no pudo reconocerles– y no se hallaron huellas.

El agente instructor del caso de la Guardia Civil, por su parte, reconoció que en las imágenes no se reconoce a los acusados, pero explicó que sí se aprecia cómo el coche implicado –un vehículo robado a un vecino de Dolores Ibárruri, que también declaró este lunes y que explicó que su factura de más de 900 euros en daños «está todavía ahí para quien la quiera pagar»– se abandonó en un polígono. Y de ese polígono las cámaras recogieron la huida, con varias personas a bordo, de un Opel Corsa que la acusación vincula con el primer acusado por ser propiedad de un pariente suyo que está en prisión. El agente explicó que, tras este indicio, se recurrió a la «geolocalización» de teléfonos móviles que por un intercambio de llamadas «vinculan» a los implicados. «Ese coche lo conducían muchos familiares», se excusó el acusado sobre el Opel Corsa. Su letrado leyó varios ejemplos de intervenciones policiales con este vehículo en los últimos años con más de una decena de nombres diferentes. «Mi defendido no oculta su historial delictivo, pero es rocambolesco pensar que ese mismo día se fuese a robar», razonó el abogado del otro acusado, que se encuentra cumpliendo pena en prisión.

Los letrados alegaron también «contradicciones» en los informes, porque a su juicio no se acredita que los teléfonos geolocalizados fuesen usados por los acusados ni que las llamadas intercambiadas estén relacionadas con el caso. «Se le acusa de haber hecho dos llamadas perdidas a modo de señal y, después, que el móvil estaba apagado y que se geolocalizó en Langreo», lamentó González Sierra sobre su defendido. «En el otro teléfono se registraron llamadas a una mujer que jamás se interrogó», defendió Rodríguez Revilla sobre el suyo, de quien aseguró también que se le identificó por «unas Adidas negras que usa mucha gente». El caso quedó visto para sentencia.

Las claves

  • El caso. El de marzo de 2021, dos encapuchados armados con una pistola y una barra, atracaron la gasolinera de Mareo en un coche robado.
  • La acusación. La Fiscalía pide cinco años en base a la investigación de la Guardia Civil, que afirma que los acusados abandonaron el coche y huyeron en otro que es propiedad de un familiar de uno de los acusados.
  • Un acusado, con la mano «inútil». El acusado de empuñar la pistola tiene una mano «catastrófica», la derecha, y muy dañada la izquierda por un accidente. Su letrado añade que las pesquisas «se contradicen», porque un informe dice que el teléfono que estaba supuestamente usaba figura «apagado y en Langreo»
  • El otro acusado, fugado. En la mañana del día de autos, el otro acusado huyó de la Guardia Civil de Noreña, por lo que su letrado ve «rocambolesco» que ese mismo día fuese a robar a Gijón. «Se le identificó por unas Adidas negras que usa mucha gente», lamentó.

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