Una mujer recupera la movilidad de su boca tras una cirugía pionera en Cabueñes

El hospital diseñó dos prótesis a medida con expertos de Estados Unidos para la afectada, que tenía la cavidad bucal bloqueada y apenas podía comer

Un momento de la intervención pionera del servicio de Maxilofacial de Cabueñes.

Un momento de la intervención pionera del servicio de Maxilofacial de Cabueñes. / LNE

Operación pionera en Cabueñes. El servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del complejo gijonés ha logrado sustituir por primera vez a una paciente dos articulaciones de mandíbula mediante prótesis hechas a medida. Una operación que se llevaba planificando meses, desde el pasado verano, y que implicó a una empresa local de fabricación de prótesis y a expertos de Estados Unidos. La mujer, que ahora se está recuperando y que muestra un «gran estado anímico», lleva años sin poder abrir la boca a causa de una lesión, según señaló ayer la Consejería de Salud.

La afectada tenía la boca «bloqueada», no la podía abrir, y eso la limitaba para tareas cotidianas, como la ingesta normal de alimentos, pero también la ponía en peligro, ya que en una situación de emergencia médica una hipotética intubación se convertiría, en su caso, en una maniobra de mucho mayor riesgo. Esa lesión en la boca, además, le causaba unas cefaleas (dolores de cabeza) muy fuertes que ya apenas podía paliar con medicación. Según Salud, llevaba «años» en esta situación.

Cabueñes comenzó a diseñar esta cirugía pionera el pasado agosto, al principio, mediante videoconferencias, y con la ayuda de una empresa gijonesa dedicada a la fabricación de prótesis y material quirúrgico. La fabricación de estas prótesis, que reproducen dos articulaciones, se hicieron gracias a una reconstrucción tridimensional, por ordenador, de una tomografía computarizada (un TAC), en cuyo diseño participaron varios expertos de Estados Unidos, según Salud.

Este trabajo de preparación fue fundamental para que la cirugía fuese viable. Se realizaron, primero, una guías quirúrgicas sobre las secciones de hueso de las articulaciones afectadas y, después, se insertaron unas prótesis que, al estar hechas a medida, ya se sabía que iban a ajustarse perfectamente. «La organización ha sido tan precisa que se calcularon las longitudes de todos los tornillos empleados, con el fin de evitar lesiones sobre estructuras adyacentes», detalló ayer Salud.

Durante la propia cirugía, además, el equipo sanitario monitorizó a la paciente de manera constante para medir el estado de su nervio facial, el responsable de la movilidad del rostro, para descartar cualquier tipo de lesión durante la intervención, que se hizo sobre ramificaciones de este nervio que podrían haberse visto afectadas. La operación duró unas seis horas, y tras ella se confirmó que el nervio facial no se había visto dañado en absoluto. La intervención la lideró el cirujano maxilofacial Alejandro Pela, asistido durante estas seis horas por su compañero Guillermo Rubín, ambos integrantes del servicio de Maxilofacial de Cabueñes.

La precisión de esta operación pionera ha sido prácticamente absoluta y ha permitido una ejecución más ágil, ya que, sin una planificación previa ni prótesis a medida, la cirugía se hubiese demorado más, los resultados hubiesen sido más inciertos y los riesgos para la paciente, mucho mayores.

La afectada está ahora recuperándose, con ejercicios de rehabilitación postoperatorios pautados hacia los que está mostrando una «implicación excelente». Con esta operación, el Hospital de Cabueñes da un paso adelante en la llamada «medicina de precisión», cada vez más habitual y demandada, y en la que este servicio gijonés está demostrando ser puntero a nivel regional.

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