La zona rural de Gijón celebra la ampliación de los desbroces

"Ahora se están arreglando caminos que llevaban años sin tocarse", agradecen los vecinos ante el nuevo plan municipal

La zona rural de Gijón celebra la ampliación de los desbroces

P. P.

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Balan unas cuantas cabras en una cuadra al pie del camino de Pasquín, en Serín, por donde caminan José Luis Fernández y José Manuel Cadavieco, que entrecierran los ojos por los rayos de sol matutinos que ayer dieron algo de calor, poco, a la zona rural de Gijón. Andan a paso firme por este camino, donde no huele a prao recién segado, pero poco le falta. Y es que en los márgenes de esta pequeña vía rural, en sus cunetas, se percibe un color verde mucho más intenso, mucho más claro, que lleva la firma de la segadora de los operarios municipales. Esta es sola una de las muchas caleyas de las parroquias que en las últimas semanas han sido limpiados gracias a la ampliación del contrato de los desbroces que, en las parroquias, celebran. "Se están limpiando caminos que nunca se habían tocado", explican.

La ampliación de este contrato municipal fue uno de los objetivos del actual gobierno local. Tras cuatro años anteriores de quejas por la falta de limpieza, con un polémico bando que instaba a los propietarios de las fincas a limpiar sus cierres so pena de multa, y con una decisión muy discutida de limpiar solo aquellas vías principales de las parroquias, las iniciativas puestas ahora desde la concejalía de Infraestructuras Urbanas y Rurales parece que calman las aguas. Según explicó el concejal de Foro Gilberto Villoria, en una entrevista reciente con LA NUEVA ESPAÑA, los caminos atendidos pasan a multiplicarse por 2,27 lo que supone que se van a cubrir ahora 908 kilómetros de márgenes por los cerca de 400 que se hacía hasta la fecha. El efecto ya se nota en zonas tan dispares como Serín, Castiello de Bernueces o la parroquia de San Andrés de los Tacones.

Los efectos beneficiosos se notan, sostienen los vecinos, pero aún no han llegado a todas las parroquias. En la aldea de Fontaciera, parroquia de La Pedrera, la asociación local asegura que, por ahora, las limpiezas no han llegado hasta sus dominios. "Hay zonas con muchos escayos. El problema es que durante los últimos cuatro años no se limpió nada o muy poco y ahora hay muchísimo acumulado", comenta Javier Fernández, el presidente de la asociación, y Antonio Vázquez. Estos muestran como ejemplo el camino de la Esfoyada, una vía que se encuentra muy cerca del paso del río Pinzales por la zona, o como decían en las escuelas viejas de Fontaciera, el río "Cigüeña". "Está bien que se amplíe el contrato, pero si se limpia cada seis meses es mucho mejor", añaden.

Volviendo a Serín, la idea del abandono de los últimos años también ha calado. Así lo cuenta José Luis Fernández, que es el presidente de la asociación de vecinos. "Se nota mucho más ahora porque había zonas que hacía años que no se tocaban", cuenta. "Estoy viendo que ahora se están desbrozando caminos que antes no se llegaban a tocar", agregó. También satisfecho se muestra Bryan Calvo, líder vecinal de San Andrés de los Tacones. "Está la mayor parte de la parroquia ya desbrozada", asegura Calvo que, eso sí, tiene también sus demandas para intentar mejorar este tipo de operaciones. "Sigue sin hacerse el camino de La Pantana y han sacado de la lista el de la Melandrera", señala. "La ampliación la vemos positiva, ojalá poco a poco se pueda ampliar y que haya más frecuencia", concreta.

La actividad en los márgenes de los caminos no solo se nota en las parroquias de la zona Oeste o de la zona central del concejo, sino también en las del Este. En La Providencia, barrio de Somió, se han talados varios troncos de árboles en el camino de las Hayas. El problema, detalla Cristina Menéndez, la presidenta de la asociación de vecinos, es que los tocones se han quedado en la acera dificultando el paso. Señal de que, pese a las evidentes mejoras, en la zona rural aún queda mucho por mejorar.

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