Música para visibilizar a la mujer sin hogar en Gijón: así fue el concierto de una joven rusa de 11 años

Vestida con un brillante vestido azul de lentejuelas, la pequeña Anastasiia Maksinova, de tan solo 11 años, se sacudió los nervios y protagonizó ayer un recital de piano en el recibidor del Albergue Covadonga de Gijón. El concierto de la joven pianista, nacida en Rusia y alojada temporalmente con parte de su familia en el albergue, fue el acto central de una jornada con la que la entidad buscaba visibilizar a la mujer sin hogar, un perfil que, según explicó la responsable del recinto, Elena Suero, "es aún más invisible" y afronta un doble estigma: el de género y el de la pobreza.

A la cita acudieron, además de usuarios y voluntarios, vecinos del barrio de Laviada, invitados para que el Covadonga "se abra" a la ciudad y rompa con la imagen a veces negativa de los albergues. "Para nosotros es muy importante que los vecinos nos conozcan y vean cómo somos de puertas para adentro. Últimamente, además, percibimos más necesidades por parte de mujeres y familias, y queremos que se reflexione, sobre todo, de cara a la prevención", razonó Suero.

La pequeña, por su parte, dijo encontrarse "muy bien" en Gijón. Acude a clase al Colegio Jovellanos con normalidad. Toca el piano desde los cinco años y es también una muy buena bailarina de ballet. En el albergue guarda su teclado para poder ensayar todos los días.

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