El Antiguo Instituto de Gijón descubre a través de 300 fotografías la obra de Paolo Gasparini

La exposición, que se puede visitar hasta el 30 de junio, recorre sus trabajos durante seis décadas y sus visitas a varias ciudades

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Sumergirse en la fotografía de Paolo Gasparini permite, a través de una incursión rápida de más de 300 fotografías divididas en 17 secciones, viajar por seis décadas y visitar países como Cuba, Venezuela, México, Brasil, Reino Unido o Estados Unidos. A través de su objetivo se muestra en el Antiguo Instituto una exposición, titulada “Paolo Gasparini. Fundación Mapfre”, que se puede visitar hasta el 9 de junio, en la que el autor permite comprender no solo las diferencias entre Europa y Latinoamerica, sino que con su lenguaje visual propio manifiesta una crítica a la sociedad de consumo.

“Agradezco que se reúna y exhiba gran parte de mi trabajo. Esto es como mi fortaleza para poder seguir armando exposiciones a partir de mi archivo”, indicó Gasparini durante la presentación de la muestra en el Antiguo Instituto. “Estas fotografías son una forma para intentar comprender este mundo tan complejo y tan injusto que estamos viviendo”, recalcó.

Tanto Montserrat López, concejala de Cultura de Gijón; como Aitor Martínez, director de la Fundación Municipal de Cultura de Gijón, resaltaron “la excepcional capacidad de Gasparini para transmitir a través de sus imágenes tensiones y contradicciones del continente americano, ha sido el que mejor lo ha plasmado”. Una idea que también compartió Carlos Gallonet, conservador jefe de fotografía de la Fundación Mapfre.

Presentación de la exposición de Paolo Gasparini en el Antiguo Instituto.

Presentación de la exposición de Paolo Gasparini en el Antiguo Instituto. / Juan Plaza

La retrospectiva se inicia con un apartado de imágenes de cuando Gasparini se fue con 20 años desde Italia para Venezuela. Ahí muy cerca se sitúa uno de los puntos fuertes de la obra, con “Para verte mejor, América Latina”, en donde aparece una de sus fotos más icónicas, con un hombre ante una valla publicitaria de una máquina fotográfica Kodak, en la que se ven las manos de una mujer que observa el paisaje urbano que tiene ante sí.

En la exposición también se hace especial hincapié en sus fotolibros, que el artista reconoce como un medio de expresión equiparable en importancia a sus fotografías. "La fotografía única pierde fuerza y limita su capacidad expresiva", resaltó Gasparini.