Emocionado último adiós a Loli Menéndez: "Cantad Gijón del Alma siempre que podáis"

"Los que la conocisteis sabéis que a mi güela Loli es imposible describirla en unas líneas, en unos minutos, pero ahí van algunos consejos de mi experiencia con ella". De esta forma arrancó esta tarde Julio Zapatero, nieto de Loli Menéndez Fonseca, histórica y última guardesa de la plaza de toros de El Bibio fallecida a los 90 años este martes, la carta de despedida a su abuela. Una carta que leyó Zapatero en el tanatorio de Cabueñes, donde la afición taurina brindó un emocionado último adiós en su funeral a una mujer amable, entrañable y cercana, que supo ganarse el cariño de todos durante sus largos años de dedicación al coso taurino.

Entre esos consejos que leyó Zapatero hubo perlas de verdadero gijonesismo, como corresponde con el legado de una mujer nacida en 1933 en el barrio de Cimadevilla y que vivió en la propia plaza de toros desde 1954, hasta su jubilación en 1998. "Cantad ‘Gijón del Alma’ siempre que se os brinde la ocasión", "id al rastro", "abrazaos con cada gol del Sporting" o "sentíos orgullosos de ser asturianos", fueron algunas de las rúbricas que leyó Zapatero, al borde del llanto, en una carta manuscrita. También, pura devoción al mundo taurino, al que consagró su vida Loli Menéndez, a la que todos los que tuvieron la suerte de tratar en tantas y tantas ferias de Begoña consideraron "la madre de todos".

"Gritad ‘olé’ con cada verónica, con cada chicuelina, con cada par de banderillas", leyó Zapatero, que también glosó la enorme calidad humana de su abuela. Calidad humana resumida, de nuevo, en esos consejos. "Dad dinero a escondidas a vuestros nietos", "Haced vida en el barrio", "Anteponed el reuniros a la familia, al dinero", fueron otros de los detalles que lanzó al aire el nieto de Loli Menéndez. Al funeral, además de sus familiares, como su hija, Marga García, también muy emocionada, acudieron representantes de las peñas taurinas de Gijón. Acudieron, entre otros, el presidente de la plaza de toros de El Bibio, Ángel Junquera y los presidentes de las peñas taurinas Astur y Gijona, Dionisio Montes y Pedro López. También, acudió el veterinario del coso taurino, Javier Matesanz. El funeral estuvo oficiado por el diácono permanente adscrito a la parroquia de San Pedro, Enrique Palomo, quien animó a mantener vivo el recuerdo de una mujer a la que nadie va a poder olvidar.