La Escuela de Marina Civil reivindica su "protagonismo" en planes de economía azul

El centro anima a los 28 egresados del último curso a "creérselo" y el gobierno local destaca que "tendrán mucho que aportar" en Naval Gijón

La Escuela de Marina Civil disfrutó este miércoles de uno de los actos más emotivos de cada curso, el de la entrega de diplomas y premios a los titulados en la promoción 2022-2023. Una ceremonia, presidida por el rector en funciones de la Universidad de Oviedo Ignacio Villaverde, que contó con muchas ausencias. Eso sí, por motivos laborales de los egresados. Villaverde aludió al proceso electoral en el que está inmersa la institución académica y se limitó a brindar su enhorabuena "de corazón" a los titulados. "No quiero que se enturbie este acto porque alguien malinterprete mi intervención. Espero que no os lo toméis como un desaire", aseguró Villaverde.

Fueron 28 los alumnos que obtuvieron el título académico el pasado curso, diez de ellos graduados en Náutica y Transporte Marítimo y otros cinco, en Marina. Mientras, hubo nueve egresados en el máster en Náutica y Gestión del Transporte Marítimo y otros cuatro en Tecnologías Marinas y Mantenimiento. En cuanto a los títulos profesionales, superaron las pruebas de idoneidad cinco oficiales de máquinas y once pilotos. Víctor Redondo, graduado en Náutica y Transporte Marítimo, habló en representación de sus compañeros. "Nunca me imaginé aquí subido en el escenario", reconoció Redondo, que afirmó que el acto de esta tarde era sinónimo de haber alcanzado "la meta personal que nos propusimos hace años". "No ha sido un camino recto y llano, pero hemos acumulado experiencias y recuerdos que se quedarán para siempre con nosotros", resaltó. Y ensalzó la "fortuna" de "ser pocos en esta escuela". "No somos un número más, lo que provoca que haya cercanía entre profesorado y alumnado", apuntó Redondo, que ponderó el "ambiente de camaradería" en el centro e incidió en la vigencia del sector marítimo, "un mundo al cual la sociedad se asoma de vez en cuando para ver una catástrofe".

Jorge Fernández, comandante del Helimer de Salvamento Marítimo, ofreció la conferencia inicial, felicitando a los egresados y animándoles a perseguir sus "sueños". "Desde pequeñín quería ser piloto", confesó Fernández, que subrayó la "exigencia" de los requisitos para ser piloto en Salvamento Marítimo. También resaltó que "el miedo nos protege y nos hace ser prudentes". Jorge Fernández, que reivindicó que "el eje central de todo es la vocación", transmitió un mensaje a los titulados. "Elegisteis trabajar en el mar y es un entorno duro", señaló Fernández, "orgulloso" de prestar servicio en el mar Cantábrico. Tiene una hija llamada Mar. "Esperemos que se matricule en Marina Civil", comentó el rector.

"Queremos dar la mejor de las formaciones, mantenernos en la vanguardia", proclamó Rubén González, director de la Escuela de Marina Civil, que "advirtió" a los titulados que la jornada suponía el comienzo de "nuevos retos". González animó a los presentes a ser "ambiciosos e inconformistas" en un sector repleto de desafíos a nivel tecnológico y de sostenibilidad que "necesita grandes profesionales". Se congratuló también por el "aumento significativo" de alumnos del centro. En el curso anterior, se matricularon 58 estudiantes de nuevo ingreso. El director de Marina Civil abogó por "posicionar" la escuela y por ser "protagonistas" en las iniciativas de economía azul. "Hay que convertir Asturias en un polo de formación marítima y náutico-pesquera", agregó González, que incidió en el "futuro prometedor" del sector. "Creéroslo", trasladó a los egresados.

La concejala de Hacienda, la forista María Mitre, manifestó que la Escuela de Marina Civil tendrá un "papel esencial" en el futuro de Gijón. En ese sentido, recordó la autorización en el Pleno municipal por la mañana para comprar la parte del suelo de Naval Gijón correspondiente a la Autoridad Portuaria. "Se pondrá en marcha uno de los grandes proyectos de la ciudad", aseveró Mitre, que declaró que los egresados "tendrán mucho que aportar" al respecto. Cristina González-Morán, directora general de Universidad, sostuvo que el oficio de marinero es una profesión "compleja y vocacional". Laureano Lourido, presidente de la Autoridad Portuaria de Gijón, invitó a los egresados a "navegar". "La enseñanza de la mar nunca la tendréis en tierra", valoró Lourido, protagonista de una anécdota cuando le sonó el móvil. "Igual me está llamando el presidente del Gobierno", bromeó. Ignacio Alvargonzález, secretario general de Autoridad Portuaria de Avilés, deseó "buenos vientos y buena mar" a los titulados. "Espero que Gijón siga siendo una ciudad de cara al mar y no de espaldas", afirmó Ignacio García, presidente de la Corporación de Prácticos del Puerto. Por su lado, Celso Rodríguez, de "Ership", destacó el "amplio abanico de posibilidades" en el sector.

La cita sirvió para galardonar los mejores expedientes. En Marina fue para Marcos Jiménez; en Náutica y Transporte Marítimo, para Alberto Rascón. En el máster en Tecnologías Marinas y Mantenimiento, para Raquel Martínez; y en el máster en Náutica y Gestión del Transporte Marítimo, para Adrián Marcano. Además, la docente María Antolina García recibió una metopa conmemorativa por sus 25 años de servicio en el centro.

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