Los dos barrios que encabezan el nuevo reparto de pisos turísticos en Gijón (y seguramente no son los que piensas)

"La cifra no es elevada y no hay desproporción por zonas; acertamos", dice el edil de Urbanismo tras la prohibición parcial de permisos en enero

Pisos turísticos de Gijón

Pisos turísticos de Gijón

Uno de cada cinco nuevos pisos turísticos autorizados por el Ayuntamiento tras entrar en vigor la suspensión de licencias para Cimadevilla, el Centro y La Arena se ubican en el entorno de Poniente y El Natahoyo. Son 20 de las 102 autorizaciones concedidas desde finales de enero por el área de Urbanismo fuera de la zona de suspensión, lo que supone un 20% del total. Al otro lado de la ciudad, en el entorno de los Jesuitas, en Ceares, y calles de referencia como Hermanos Felgueroso, Manuel Llaneza y Pablo Iglesias, se registran otras 19 nuevas viviendas de uso turístico. Ese el segundo punto de referencia, aunque hay pisos turísticos recién autorizados en todo el municipio. Eso sí, la presión es menor cuanto más se aleja uno del centro de la ciudad: cinco autorizaciones en La Calzada, cuatro en Somió, tres en Tremañes o seis en el ámbito de confluencia de Pumarín y El Llano.

Son datos de un informe de la concejalía que lidera el forista Jesús Martínez Salvador y que distribuye esos pisos por la ciudad en base al código postal de su dirección. El informe hace referencia a esas 102 autorizaciones fuera de la zona de suspensión, aunque el total de las viviendas permitidas a lo largo de estas semanas se eleva a 114. Las otras doce son viviendas autorizadas en Cimadevilla, el Centro y La Arena que se tramitaron entre el 25 de enero, que fue cuando el Pleno acordó la prohibición, y el 1 de febrero, fecha de publicación del acuerdo en el Boletín Oficial del Principado. Si se mira por calles se observa que ninguna se libra de este fenómeno de alojamiento turístico: cuatro en la avenida de Pablo Iglesias y Magnus Bliskstad, tres en José Manuel Palacio, Conde Toreno, Covadonga, Ezcurdia... por poner algunos ejemplos.

Entre el 25 de enero y el 15 de mayo se recibieron en el Ayuntamiento 149 solicitudes. A las 114 autorizaciones hay que sumar, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, quince peticiones afectadas por la zona de suspensión, trece pendientes de aportar documentación requerida por los técnicos municipales, cinco pendientes de emisión de informe técnico, dos denegadas y una desistimiento. La media mensual de autorizaciones en este tramo temporal quedó fijada en 30,5 frente a los 58,4 del mismo periodo del año anterior.

Para Martínez Salvador el dato global de VUT autorizadas y su reparto por la ciudad son la demostración de que "la medida que adoptamos en enero fue acertada. Hemos visto que las viviendas a autorizar son la mitad de las que se autorizaban hace un año y que la distribución en esa zona en la que se pueden autorizar, que es un 80% del territorio, es muy homogénea. El valor absoluto no es muy elevado y en la distribución no hay desproporción, así que nuestra valoración es positiva". Para el concejal forista ese reparto de nuevas administraciones no avala la crítica de parte de la oposición que denuncia que la presión ha pasado a los barrios limítrofes de aquellos tres ahora vedados. "No se puede hacer esa afirmación porque hay zonas limítrofes con 20 o 19 viviendas, pero otras que están más allá y que tienen 14", reflexiona el edil.

Más presión fiscal

La suspensión durante un año de autorizaciones a más viviendas turísticas en los barrios que integran la denominada zona de gran afluencia turística se planteó como una acción previa antes de tomar nuevas medidas de índole municipal para intentar frenar un fenómeno que ya había empezado a generar problemas de convivencia entre vecinos y convertirse en una evidente competencia para el hotelería local. El Ayuntamiento espera ahora la inminente aprobación de la nueva ley autonómica para ponerse manos a la obra. "Creemos que nuestra decisión de enero sirvió para que el Principado tomara medidas, y lo agradecemos, pero fue Gijón quien generó ese impulso poniendo el tema en el centro del debate. Ahora, con la nueva ley autonómica tendremos todas las herramientas legales para tomar nuestras medidas con todas las de la ley", explica el edil.

Alguna de esas medidas que anunció Gijón pasaban por aumentar la presión fiscal sobre unas viviendas donde se ejerce una actividad económica, lo que entienden los municipios que debe conllevar pagos de impuestos y de tasas por servicios distintos a los de una vivienda familiar. ¿Se incorporarán esos cambios a las ordenanzas fiscales de 2025 ya en preparación? "Estamos pendientes de poder llegar. La ley del Principado impondrá que tengan un contador independiente. Sin ello no había mucho margen con las tasas", indica el edil. También se estudia un tratamiento específico en el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). "Lo tenemos en estudio y lo queremos hacer, pero es complicado", remata Salvador.

El asunto volvió ayer a la comisión de Urbanismo de la mano de IU. El portavoz de ese grupo municipal, Javier Suárez Llana, no tiene una valoración tan positiva como el gobierno del nuevo escenario de las VUT. " La comparativa que tiene que hacer el gobierno no es cuánto se reduce la apertura de nuevas viviendas turísticas en el conjunto de Xixón tras la moratoria, solo faltaba que no se redujera; sino cuánto crece en los barrios que no están afectados por la moratoria", explica Suárez Llana para quien los datos confirman "lo que advertimos: el problema se está trasladando a los barrios que limitan con la zona afectada por la suspensión: el Natahoyo y la segunda corona del Este, especialmente Ciares". IU había planteado una moratoria para todo Gijón.

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