La reforma del Muro iniciada ayer, una reversión de la anterior, dará paso a una situación provisional, en tanto y cuanto los dos principales integrantes del gobierno tripartito local han manifestado su intención de someter el paseo a una remodelación integral, cada uno con un proyecto distinto. Pero, a diferencia de lo que ocurrió con el «cascayu», esta provisionalidad podrá tender al infinito porque, ahora sí, se va a cumplir escrupulosamente con la normativa urbanística vigente al garantizar el doble sentido de circulación. Es decir, los peatones no ganarán espacio en el eje marítimo hasta que el equipo de Carmen Moriyón lo estime oportuno porque está libre, salvo sorpresa, de decisiones judiciales.