Opinión | Nuevas epístolas a "Bilbo"

A favor de los "baby boomers"

La generación más privilegiada de la historia

Se dice, "Bilbo" (entre otros decires, recojo los de la afamada periodista Soledad Gallego-Díaz), que quienes tenemos entre 60 y 78 años, los humanos encuadrados en la ya comúnmente reconocida como generación de los "baby boomers", conformamos la generación más privilegiada de la historia y, a la par, se nos acusa de ser los causantes de que las políticas públicas no atiendan suficientemente las necesidades de los jóvenes por culpa de los muchos recursos que consumimos esta cohorte de viejos resistentes. Se dice, "Bilbo", que, si no se nos ata en corto, si no se nos despuntan o mellan las alas del erario, provocaremos, al menos en España, una catástrofe económica. Se dice eso sin mayores fundamentos porque se teme nuestra fuerza. No pasa de ser una burda excusa que no explica las razones de la desmovilización electoral de las generaciones más jóvenes. Empieza a resultar llamativo, si no rayara ya en lo cansino, ese empecinamiento en fomentar el enfrentamiento entre los más jóvenes de hoy y los mayores de 60 años. Más llamativo y cansino, si cabe, cuando el empeño se produce en medio de generaciones intermedias, especialmente la que tiene ahora de 45 a 60 años, que es la que está gestionando realmente el mundo, político, empresarial y financiero. Y, precisamente, la que no parece capaz de hacer frente al aumento del autoritarismo dentro de sus democracias. La generación, también esta, de las fabulosas fortunas, responsables de un aumento de la desigualdad que no se había visto en un siglo.

Cierto sí es que los "baby boomers", merced a un meritorio esfuerzo, han alcanzado unos niveles de vida materiales desconocidos; como igual de cierto es que fueron quienes promovieron el desarrollo tecnológico más acelerado, o consolidaron las instituciones multilaterales, o plantaron cara en la calle a la guerra de Vietnam, o promovieron la educación universal y la sanidad pública hasta niveles insospechados, o acabaron definitivamente con los restos del colonialismo, o fijaron el mayor empuje y avance del movimiento feminista. La generación, en suma, que se propuso la mejora continua del nivel de vida de la población como objetivo superior a cualquier otra meta.

Si las nuevas generaciones, especialmente la llamada Generación Z (la de los nacidos entre 1995 y 2012), deciden protagonizar su tiempo, como les corresponde, bastará con que acudan a votar en masa en las elecciones europeas de junio para atajar el paso a cualquier tipo de totalitarismo. Bastará con que asuman su propia responsabilidad. Casi seguro que es el deseo de la inmensa mayoría de los "baby boomers", tan conscientes de nuestras victorias como de nuestras derrotas.

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