El presidente de EEUU, Barack Obama, se comprometió a poner todo de su parte para lograr una reforma migratoria "este año", en un mensaje por vídeo a los manifestantes que se concentraban en el Mall de Washington para exigir esta medida.

En el mensaje, que se emitió en las pantallas gigantes colocadas en el parque que recorre el centro de la capital estadounidense, Obama aseguró que "siempre les he prometido ser su aliado mientras nos esforzamos por arreglar nuestro sistema quebrado de inmigración, y ése es un compromiso que reitero hoy".

El mensaje de Obama tomó por sorpresa a la gran mayoría de las decenas de miles de manifestantes presentes, que recibieron la imagen del presidente con fuertes aplausos y gritos de "Sí se puede".

"Nadie conoce el precio de la inacción mejor que ustedes", aseguró el presidente, quien recordó "las familias forzadas a separarse" y "los trabajadores que merecen la protección de nuestras leyes".

Según apuntó, "la reforma de la inmigración es crucial para nuestra seguridad y nuestra prosperidad".

"A medida que continuamos dándole solidez a nuestra economía e impulsando la creación de empleo, es necesario que lo hagamos con un sistema de inmigración que funcione, no el sistema fracasado que tenemos ahora", agregó.

Los senadores Charles Schumer, demócrata, y Lyndsey Graham, republicano, han presentado un proyecto marco de reforma migratoria, según recordó el presidente estadounidense, que ha dado su apoyo a esas propuestas.

"Prometo hacer todo lo posible por forjar un consenso entre ambos partidos este año con respecto a este importante asunto", aseguró el mandatario estadounidense, que durante la campaña electoral prometió una reforma migratoria en su primer año de mandato.

Eso, admitió, "no será fácil y no sucederá de la noche a la mañana". Pero, subrayó, "si colaboramos", "podremos forjar un futuro digno de nuestra historia como nación de inmigrantes y Estado de Derecho".

Los manifestantes tratan de dar un impulso a una reforma que cree una vía para la legalización de los inmigrantes indocumentados que ya se encuentran en EEUU, que permita a los trabajadores traer a sus familias e impida la explotación laboral.

Pero tienen que competir hoy por la atención con la reforma sanitaria estadounidense, que se vota en la Cámara de Representantes y de la que se encuentran pendientes el Congreso y la Casa Blanca.