Ankara, Efe

El presidente de la Conferencia Episcopal turca, el italiano Luigi Padovese, murió ayer degollado por su chófer y guardaespaldas en su casa de verano, en la ciudad de Iskenderun, cerca de la bíblica Antioquia, informó ayer la Policía.

El también obispo católico de Anatolia (Turquía), de 63 años, fue hallado herido de gravedad en el jardín de su domicilio en la sureña provincia de Hatay y murió poco después de ser trasladado a un hospital.

La Policía informó de que Murat Altun, de 26 años, su chófer y guardaespaldas desde 2006, confesó tras ser detenido que lo mató tras una discusión. Los agentes encontraron también el arma del delito.

El gobernador de la provincia de Hatay, Celalettin Lekesiz, afirmó que Altun, también católico, tenía problemas psicológicos y que la última vez que fue tratado fue el pasado 28 de mayo. Ferhan Altun, el padre del detenido, trabajó para la Iglesia católica de Iskenderun hasta su jubilación en 2006. El hermano y el cuñado de Murat también son empleados de la Iglesia.

Mikail Tabash, miembro de la Fundación de la Comunidad Armenia, aseguró que la relación entre Padovese y Murat era de plena confianza. «Le dejaba a Murat incluso su caja fuerte. Padovese quería ir a la casa de verano, pero Murat no quería. Luego fueron juntos. La garganta de Luigi estaba rebanada como la de una oveja. No hay mucho más que decir», dijo Tabash.