Ankara / Oviedo

Turquía se vistió ayer de luto para despedir a los nueve activistas que murieron en el asalto israelí a la Flotilla de la Libertad, al tiempo que las autoridades de Ankara reafirmaron que las relaciones con Israel «nunca serán las mismas».

Una multitud de unas 15.000 personas se concentró, en un respetuoso silencio, en los alrededores de la mezquita estambulí de Fatih para asistir a la ceremonia fúnebre por los nueve activistas, informa Efe.

Una vez terminada la ceremonia parte de los congregados lanzaron consignas como «abajo Israel» y gritos de «Alá es grande» durante el cortejo fúnebre. Dos de los muertos fueron enterrados en Estambul, mientras que los demás restos mortales serán trasladados a sus localidades de procedencia para darles sepultura. Entre los fallecidos destaca un joven de 19 años con doble nacionalidad turco-estadounidense que será enterrado en la localidad anatólica de Kayseri. EE UU anunció ayer que no sabe qué medidas adoptará por esa muerte.

Mucho más claras fueron las principales autoridades turcas. Así, el presidente, Abdullah Gul, aseguró que Israel cometió el peor error de su historia al atacar a ciudadanos turcos y que su país ni perdonará ni olvidará lo sucedido.

«Nada será como antes», subrayó el presidente al ser preguntado sobre si Ankara continuará su cooperación militar y en cuestiones de seguridad con Israel, que hasta hace dos años era su más próximo aliado en Oriente Medio. Aún así, Gul no cerró la puerta a una futura recomposición de las relaciones bilaterales si Tel Aviv acepta su error y ofrece compensaciones. Turquía exige, por otra parte, que Israel levante el embargo a Gaza.

El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, advirtió al presidente estadounidense, Barack Obama, de que Israel está a punto de perder a su mejor amigo en Oriente Próximo. Ese fue el mensaje que transmitió Erdogan en una conversación que mantuvo el martes con Obama cuando éste le llamó por teléfono para transmitirle sus «profundas condolencias» por la muerte de los activistas, según un comunicado de la Jefatura del Gobierno turco recogido por el diario «Haaretz».

Desde Israel, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, manifestó su apoyo a que una comisión pública investigue el asalto. Lieberman insistió en que el Estado judío no tiene «nada que esconder» sobre el abordaje. «Tenemos excelentes juristas, alguno de los cuales podría llevar el tema. Si quieren incluir un miembro internacional de algún tipo en el comité, también está bien», apuntó. EE UU logró impedir el lunes en la ONU una investigación internacional.