Berlín, Efe

La canciller alemana, Angela Merkel, llamó ayer a la disciplina a su coalición de Gobierno, ante los reiterados desencuentros internos y también ante los excesos verbales generados en algunas tumultuosas reuniones de gabinete.

«Tenemos que desarmarnos en cuanto a las formas en la coalición», afirma Merkel, en declaraciones al dominical «Bild am Sonntag», para añadir que «debemos ofrecer seguridad al ciudadano en estos tiempos difíciles. Sólo así recuperaremos su confianza».

La canciller califica de inaceptables los insultos que saltaron en la reunión del Gobierno que abordó el paquete de ahorro, que según los medios incluyeron términos como «jabalina» (o cerda salvaje) y «tropa de pepinillos», sin concretar el destinatario.

«Parto de la base de que los participantes han entendido que tal estilo no es aceptable. No puede ni va a crear escuela», asegura Merkel. La canciller sale así al paso tanto de los insultos como de los deacuerdos recurrentes en su coalición, integrada por los democristianos de la CDU, los socialcristianos bávaros de la CSU y el Partido Liberal (FDP).

Los desacuerdos abarcan desde el ámbito fiscal y la reforma sanitaria, motivo de fricciones desde el inicio de la legislatura, siete meses atrás, a la revisión del calendario para el apagón nuclear y, más recientemente, la reforma del Ejército.

A este respecto, un portavoz del Ministerio de Defensa desmintió ayer unas informaciones del «Frankfurter Allgemeine Zaitung» en las que se aseguraba que el titular, Karl-Theodor zu Guttenberg, el ministro más popular del Gobierno, se planteó dimitir a raíz de la tumultuosa reunión del Ejecutivo.