Roma / Oviedo, Agencias / E. F.

El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi no se resigna a aceptar su primera condena en firme, que incluye cuatro años de cárcel -limitados en la práctica a doce meses de arresto domiciliario o servicios a la comunidad- y un periodo de inhabilitación política que ha de ser aún determinado por el tribunal de Milán que lo condenó en primera instancia.

Excluida la posibilidad de un indulto -vedado a quien, como el magnate, tenga en curso otros procesos judiciales-, la cúpula de su partido (PdL, Pueblo de la Libertad) busca posibles medidas de gracia encubiertas. Así, sus portavoces en la Cámara de Diputados y el Senado, Renato Schifiano y Renato Brunetta, se reunieron ayer con el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, con quien discutieron alguna solución que garantice lo que eufemísticamente calificaron de «libertad política» para Berlusconi.

Los líderes del PdL plantearon otras hipótesis, que incluyen las vías parlamentarias existentes o una reforma judicial más amplia, según informó ayer la prensa italiana en sus ediciones digitales. Precisamente, el pasado viernes Berlusconi lanzó un amago de ultimátum: o se le indulta o hace saltar por los aires el gobierno de coalición con el centroizquierda. No obstante, el sábado «Il Cavaliere» dio marcha atrás al asegurar su apoyo al Ejecutivo que preside Enrico Letta.

Con todo, la reunión de ayer con Napolitano representa una nueva vuelta atrás -dentro de un continuo tira y afloja-, ya que Schifani y Brunetta establecieron en ella, aunque en tono moderado, las condiciones que han de satisfacer para consolidar la continuidad del Gobierno de coalición. Tras el encuentro, que duró alrededor de una hora, ambos políticos se trasladaron al palacio Grazioli, residencia romana de Berlusconi, para trasladarle sus conclusiones.

Entre tanto, la nota tragicómica de la jornada la puso el diario turinés «La Stampa» al colgar en su portada digital una información según la cual el presidente ruso, Vladímir Putin, habría llegado a Roma para cenar anoche con Berlusconi, su amigo personal, y manifestarle su apoyo. La noticia fue retirada de la página al ser desmentida por la embajada rusa en Roma, donde hoy, martes, se celebrará una reunión italo-rusa de ministros de Defensa y Exteriores.

Fuentes diplomáticas rusas confirmaron la llegada a la capital italiana de los titulares rusos de Exteriores, Serguéi Lavrov, y Defensa, Serguéi Shoigu para participar en el encuentro. El último encuentro entre Putin y Berlusconi del que se tiene noticia -de los muchos que se han producido, algunos en el más absoluto secreto- se remonta al pasado 14 de julio, cuando el ex primer ministro italiano viajó a Rusia durante el fin de semana para una visita privada.