"Continuaremos atacando a todos los que intentan atacarnos", manifestó ayer el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a través de un comunicado, tras constatar que " dimos un duro golpe a las fuerzas iraníes y sirias". Aunque en medios militares de Tel Aviv se da por cerrado el incidente del sábado, Israel multiplicó ayer las advertencias a Irán tras atacar múltiples objetivos iraníes en Siria y perder un cazabombardero. Este episodio amenaza con abrir una nueva e impredecible etapa en el conflicto en el país, devastado por siete años de guerra.

Israel desencadenó una docena de ataques a bases iraníes en territorio sirio después de que un dron entrara en su espacio aéreo. El próximo incidente es una cuestión de tiempo y no se puede descartar un deterioro rápido de la situación como consecuencia de la presencia iraní en Siria, según apuntan algunas fuentes militares citadas ayer por la prensa israelí.

Misil antiguo

El caza F-16 israelí derribado por las fuerzas sirias recibió el impacto de un misil SA-5 200 de fabricación rusa. Se trata de un proyectil tierra-aire relativamente antiguo, que empezó a fabricarse en la antigua Unión Soviética.

El misil SA-5 200 está pensado para operar en situaciones en las que el objetivo se encuentra a media o gran altura, mientras que el F-16 es un caza muy moderno, dotado con una avanzada tecnología de evasión electrónica.