Este es el secreto para que un adolescente te escuche

Un estudio desvela cuál es la clave para poder construir una relación sólida con tus hijos cuando están en plena adolescencia

Un adolescente con su padre. | Kindel Media / Pexels

Un adolescente con su padre. | Kindel Media / Pexels / Elena Casero

La adolescencia es imprevisible y, por eso, genera miedo en los que tienen que enfrentarse a convivir con ella. Pero detrás de la "mala prensa" de esta etapa hay también mucho estigma y desconocimiento.

Los adolescentes no son precisamente conocidos por su disposición a escuchar. En una etapa en la que están descubriendo el mundo y a sí mismos, a menudo se vuelven reservados. En esta etapa, la comunicación se hace cuesta arriba y a veces incluso puedes tener la sensación de que no te escucha. Sin embargo, no es el mejor momento para tirar la toalla. Ahora, más que nunca, tu hijo necesita tu supervisión, guía y apoyo. Pero, ¿cómo dárselo si no escucha tus consejos? Sin duda, existe una línea muy fina entre la ayuda útil y el consejo que agobia. La clave está en no sobrepasarla.

Hace algunos meses, dos psicólogas de la Universidad de California se preguntaron por qué, a pesar de que los padres intentan hacer lo correcto para ayudar a sus hijos, muchos jóvenes y adolescentes no valoran ese esfuerzo y hacen oídos sordos a sus consejos. Para conocer la respuesta, reclutaron a casi 200 jóvenes y les pidieron que reflexionaran sobre las ocasiones en las que sus padres los habían aconsejado e indicaran si esas palabras habían sido útiles y los habían ayudado a sentirse mejor.

Pues bien, salió a la luz un patrón muy interesante: cuando los padres apoyaban su autonomía, los jóvenes y adolescentes prestaban más atención a los consejos, incluso a aquellos no solicitados, y los consideraban provechosos. En cambio, cuando faltaba ese apoyo, los consejos caían en saco roto. Muchos adolescentes y jóvenes incluso los percibían como poco sinceros y menos eficaces.

No es un secreto para nadie que los consejos no solicitados suelen toparse contra un muro defensivo. Nos ocurre a todos porque solemos percibirlos como una invasión a nuestra privacidad. Por tanto, a menudo generan el efecto opuesto, un fenómeno que se conoce en Psicología como "reactancia a las recomendaciones". El apoyo no siempre es beneficioso. Cuando recibimos una ayuda que no hemos pedido, es poco probable que la consideremos útil. De hecho, un estudio realizado en la Universidad Nacional de Singapur constató que recibir más apoyo emocional del deseado por parte de los padres estresa a sus hijos. El problema radica en que los consejos no solicitados pueden reforzar la sensación de impotencia emocional o incluso generar resentimiento hacia los padres, que son percibidos como demasiado controladores o invasivos.

La adolescencia es un periodo de transición en el que los niños comienzan a encaminarse hacia la edad adulta, por lo que a menudo se debaten entre la necesidad de desarrollar su autonomía y recibir orientación de sus padres. El secreto para que te escuchen y, de paso, puedas construir una relación sólida con tus hijos a largo plazo, consiste en fomentar su independencia, de manera que no traspases la fina línea que divide la ayuda útil del consejo gratuito.

Para los adolescentes, la autonomía significa poder elegir. Cuando los padres satisfacen esa necesidad, sus hijos se sienten empoderados y más libres para comportarse de manera auténtica. Estimular la independencia desarrolla las habilidades sociales de los adolescentes, refuerza su autoeficacia y los ayuda a gestionar mejor sus emociones, lo que conduce a un funcionamiento psicosocial más saludable.