El yacimiento de Lucus Asturum, en Llanera, es una mina para el equipo de investigación que dirige Esperanza Martín. Solo este año, en lo que ha sido la quinta campaña, han recogido más de mil piezas arqueológicas que se conservan y tratan en el laboratorio que han desplegado en el centro social de Lugo, cedido por el Ayuntamiento. Allí trabajan con algunos de los objetos más destacados hallados en la excavación como un anillo, cerámicas y una caliga (sandalia) que es única en España por estar decorada.

Parte de una pieza de alfarería de estilo aquitano. Sara Arias

El material registrado por los arqueólogos proviene de dos zonas del yacimiento romano, con un arco temporal desde el siglo I al IV. Se trata de dos de las habitaciones de la vivienda y el pozo. En el área habitacional principalmente hay jarras, vasijas de almacenaje, vajillas de vidrio, restos de metales, monedas y cerámica "terra sigillata", "considerada de lujo, de color rojo, que recibe el nombre del sigillum pues llevaban el sello del alfarero", detalla Martín.

Parte de una olla de producción lucense. S. A.

Pero ha sido el pozo el auténtico filón arqueológico. "Gracias a que estaba colmatado desde época romana permanece intacto, y al hallarse en condición de anoxia, o sea sin oxígeno, pudimos recuperar aproximadamente dos metros de estratigrafía con restos orgánicos conservados", explica Martín. Casi todo el material concierne a "vasa potoria", es decir, menaje para beber o sacar agua del manantial como vasos, un caldero y jarras "engobadas, con un barniz interior para que cuando bebiesen no supiese al barro", detalla Martín. También disponen de un acetre, una vasija para sacar agua de los pozos de pequeño tamaño del que han hecho una reproducción en tres dimensiones.

«Terra sigillata», una cerámica de lujo de época romana caracterizada por su color rojo. S. A.

Los objetos más destacados de la campaña de este 2023 han sido posiblemente los recuperados en el pozo, de entre los que destacan un anillo de bronce con sello, los instrumentos tallados de madera y la sandalia de cuero. "Se trata de una pieza única, la decoración es altamente significativa y su estado de conservación es excepcional", apunta Martín.

Suelo de tégulas que cubría el pozo. Sara Arias

En el pozo también han encontrado varias piezas cerámicas completas, algunas muy interesantes. "Ahora comenzaremos los estudios para determinar si estas piezas provienen de Galia o se manufacturaron aquí imitando modelos importados, a fin de profundizar en una posible producción local", señala sobre una vasija de estilo aquitano.

Restos arqueológicos del suelo romano de la vivienda, conocido como «opus reticulatum». Sara Arias

El trabajo de laboratorio, que también se realiza en colaboración con otros equipos científicos, aporta asimismo información clave en relación al material orgánico como huesos, maderas, semillas o polen que dan cuenta de la dieta y modo de vida en Lucus Asturum. "Tenemos mucho material susceptible de ser analizado", avanza Martín. También se completa con un estudio geológico del yacimiento. Todo ello lo hacen en las salas del centro social y el albergue de Lugo cedidas por el Consistorio.

El anillo de bronce con sello que apareció en la excavación. P. T.

De hecho, este jueves, el edil de Cultura, Iván Pérez, acudió para conocer la evolución del trabajo. "Esta quinta campaña ha sido un punto de inflexión para la declaración de Lucus Asturum como Bien de Interés Cultural y para ser más ambiciosos generando un espacio arqueológico que se pueda musealizar para darlo a conocer, para poder hacer una promoción cultural y turística", sostiene.