El pádel gana adeptos en Llanera: así es el pujante club de Soto con trescientos usuarios

El deporte de la pala corta ha dejado de ser visto como una práctica elitista y va a más desde el final de la pandemia

Lucía Rodríguez

Hace unos años, el pádel era considerado como uno de los deportes más elitistas. Gustavo Fernández, director deportivo de Pádel Soto, ubicado en Pruvia, próximo a la urbanización con el mismo nombre, explica que fue debido a que "cuando empezó a ser conocido en España, llegó de la mano de José María Aznar, en la época en la que él era presidente del Gobierno". "Por aquel entonces, empezó a jugarse en La Moraleja o en Las Rozas, en Madrid, en lugares donde acudía la alta sociedad y gente con un alto poder adquisitivo", añade.

Sin embargo, el deporte de la pala corta, "sobre todo desde la pandemia", ha ganado cada vez más adeptos, considerándose una actividad para todos los públicos y al alcance de todos los bolsillos. Actualmente, el club de Llanera, fundado en 2013 por el propio Fernández, después de haber estado trabajando durante 6 años como monitor en el Club de Campo de la Fresneda, cuenta con 300 personas "que suelen venir de manera habitual, tanto a jugar por su cuenta, como para asistir a los cursillos que impartimos".

El director del club achaca este "boom" a que "con la pandemia, hubo muchas restricciones y como este deporte no estaba masificado, atrajo a muchos jugadores". Por otro lado, asegura que "durante el tiempo que estuvimos confinados, hubo mucha gente que se dio cuenta de que hacer deporte le permitía estar más activos y era beneficioso para su salud".

Sus cinco pistas homologadas cuentan a diario con grupos de cuatro personas que acuden a entrenar o "simplemente a jugar porque les parece divertido". Y es que el monitor asegura que "no hace falta tener buenas condiciones físicas ni una técnica muy depurada para disfrutar de los partidos".

Para aquellos que quieran conocer los entresijos del deporte y su reglamente, en el club Pádel Soto imparten clases desde octubre hasta junio. "Lo hacemos coincidir con el curso escolar, porque hay muchos niños que se apuntan a los cursillos y es más fácil para los padres", dice Fernández. Disponen de cursos de iniciación, intermedio y de perfeccionamiento en los que pueden participar hasta un máximo de cuatro personas.

Por otra parte, la participación en diferentes competiciones dota de aún más atractivo a la entidad deportiva. "Por un lado, participamos en la liga anual de la Federación, en la que contamos con dos equipos masculinos y uno femenino", afirma su responsable. Por otro lado, está la liga de Series Nacionales de Pádel (SNP). "Es una liga privada que se celebra a nivel nacional, clasificándose los equipos por comunidades autónomas, en la que participan siete equipos del club", añade.

Para jugar, solo es necesaria una pala, que tienen un coste de entre 50 y 300 euros, dependiendo de lo que quiera el usuario, ropa y calzado deportivo convencional. "Y muchas ganas de pasarlo bien", concluye Gustavo Fernández.