Entrevista | Mariano Jabonero Secretario General de la Organización de Estados Iberoamericanos

"El abuso del móvil es una causa más del fracaso escolar"

"El informe PISA es una prueba de evaluación externa estandarizada que solo evalúa tres competencias en jóvenes de 15 años y no evalúa sistemas educativos, ni colegios ni docentes, me preocupa que se convierta en titulares arrojadizos para políticos y medios"

Mariano Jabonero.

Mariano Jabonero. / EFE

Tino Pertierra

Tino Pertierra

El pedagogo Mariano Jabonero (San Martín de Valdeiglesias, Madrid, 1953) es secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) desde 2018. Fue reelegido en 2022 con el voto unánime de los gobiernos de los 23 países miembros. Tiene profundos vínculos con Asturias: "Vienen de lejos, de hecho, tengo mi segunda residencia en Puerto de Vega. El paisaje sin paisanaje es bellísimo, pero no es más que pura naturaleza. Los asturianos son admirables porque aman su tierra, sus tradiciones, su cultura, son laboriosos y, a la vez, son hospitalarios: siempre me he sentido en casa. Algunos de mis mejores amigos son asturianos, como lo fue el recordado Vicente Álvarez Areces y lo son Enrique Iglesias, Rafael Puyol, Yago Pico de Coaña o Cristina Valdés".

–La huella de Asturias en América es profunda...

–Tengo una larga trayectoria de residencia y trabajo en países de Iberoamérica, una vasta región en la que la huella asturiana es muy importante, como se ilustra con algunos destacados personajes con quienes hablé y recordé a Asturias en numerosas ocasiones; como han sido José Ramón Fernández, hijo de asturianos, presidente del consejo de ministros de Cuba y general héroe de la revolución o, más recientemente, Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba con orígenes en Castropol, también Alejandro García Padilla, gobernador de Puerto Rico, una isla sembrada de apellidos asturianos, hijo de naviegos y Belarmino Fernández Lorences, un líder empresarial del Paraguay que construyó en Asunción, la capital del país, un enorme edificio bautizado como "Torre Asturias" y cuya empresa paraguaya lleva el nombre de Arcallana, la braña del concejo de Valdés donde él nació.

–Asturias, por cierto, es de las comunidades con mejores datos en lectura y matemáticas, según PISA, ¿qué se está haciendo bien?

–Lo fundamental: un proyecto educativo continuado en el tiempo, ajeno a tensiones innecesarias, con énfasis en los aprendizajes fundamentales y cuidando la educación rural. Y, sin lugar a dudas, el trabajo cotidiano de miles de maestros y maestras muy comprometidos con su profesión y su comunidad.

–Como admirador de Jovellanos, ¿qué podemos aprender de él?

–Por ser un reformista e ilustrado cuya mayor preocupación fue el progreso y bienestar de su país, por su capacidad de sacrificio ante hostilidades e incomprensiones –hoy se diría resiliencia– y por su fe en el valor de la educación y su convicción de que el pensamiento solo es valioso si se convierte en acción. Todo ello es especialmente importante para una organización como es la OEI, que tengo la oportunidad de dirigir. Una entidad que desde hace 75 años realiza cooperación a través de sus veinte sedes en América y Europa bajo esa inspiración de Jovellanos: contribuir a resolver los problemas de las personas, procurar su bienestar y hacerlo sin retóricas, con intervenciones reales, logrando que la cooperación realmente suceda.

–¿Se usa el informe PISA a veces como arma arrojadiza partidista?

–Lamentablemente con demasiada frecuencia y, lo peor de todo, con absoluto desconocimiento de lo que es PISA, que es una prueba de evaluación externa estandarizada que solo evalúa tres competencias en jóvenes de 15 años y no evalúa sistemas educativos, ni colegios ni docentes. Me preocupa que PISA se convierta en titulares arrojadizos para políticos y medios que, de manera habitual, ignoran el valor de la educación, eso que Jacques Delors tituló: "La educación encierra un tesoro". Reivindiquemos ese tesoro, no solo cuando se publica PISA.

–¿Hay "vacunas" educativas para los daños de la pandemia?

–Las hay y perfectamente registradas: identificar las pérdidas de aprendizajes que han tenido nuestros estudiantes, poner en marcha programas de recuperación personalizados y con metodologías híbridas, presenciales y virtuales, y atender la salud mental de nuestros niños, niñas y jóvenes que tanto sufrieron durante la pandemia. El confinamiento prolongado de niños, niñas y jóvenes durante la pandemia ha supuesto un desastre generacional, como reconoció el Secretario General de la ONU, que se puede traducir en una ecuación indeseable: menos atención educativa, menos aprendizajes, menos competencias y, en el futuro, peores empleos.

Las políticas de éxito en educación hay que construirlas a partir de evidencias y no de ocurrencias

–¿Hay mucha ocurrencia política en el tema educativo?

–Demasiada por culpa de algunos que creen que antes de ellos solo existió el caos. Las políticas de éxito, en educación, y en cualquier área, hay que construirlas a partir de evidencias y no de ocurrencias. Las organizaciones internacionales, como la OEI, producimos millones de rigurosos datos que pueden servir para formular y desarrollar políticas eficaces y exitosas, información sistemática y contrastada que, lamentablemente, algunos "ocurrentes" ignoran.

–¿La falta de comprensión y costumbre lectora es devastadora?

–La lectura y la comprensión lectora es fundamental para el desarrollo educativo y personal de cualquier estudiante: un niño o niña que lee y comprende lo que lee, tiene asegurado su futuro educativo y su bienestar cuando sea mayor. No hay mejor pregunta que hacer a diario a nuestros hijos: ¿cómo te fue en el colegio y, junto a ello, qué estás leyendo? Y no olvidemos que la lectura conforma la personalidad, como dijo Borges: "Yo soy por lo que leo".

–¿Las redes sociales ayudan o son un enemigo a rebatir?

–Puntualmente pueden ayudar, pero con más frecuencia son un factor disruptor: distraen, absorben, reducen la comunicación a breves mensajes, con redacción a veces incorrecta y, lo que es peor, aíslan de la realidad y de una comunicación personal directa. Presentan otros importantes riesgos, como son la inseguridad y poder inducir a conductas patológicas: si bien no podemos poner puertas al campo, sí que podemos generar regulaciones y desarrollar capacidades de autocontrol. No me imagino a ninguna familia asturiana dejando a su hijo o hija adolescente solo, a las doce de la noche, en cualquier barrio de una ciudad española; pues muchas veces están en esa intemperie desprotegida cuando entran en redes sociales o internet.

–¿Sería deseable un pacto de Estado para que no haya giros drásticos con cada cambio de gobierno?

–Por supuesto, como intentó, sin éxito, el ministro Gabilondo. Como ha afirmado la OCDE, hay un exceso de producción legisladora en nuestro país sin que ello aporte cambios o mejorías sustanciales a nuestros sistemas educativos. Los reformistas ilustrados, como Jovellanos, no vivieron obsesionados por hacer nuevas leyes.

–¿Cómo convertir la Inteligencia Artificial en aliada?

–Con regulaciones, como ya ha hecho la Unión Europea y con aplicaciones positivas para la educación, como son la personalización de la actividad de aprendizaje de cada estudiante o, por su potencial predictivo, es decir poder prever en cada alumno situaciones problemáticas: bloqueos en los procesos de aprendizaje, hábitos no saludables, conflictos o, incluso, el abandono escolar prematuro.

–¿Culpar al móvil de un fracaso escolar es una forma de quitarse el problema de encima?

–Efectivamente, el fracaso escolar es algo muy complejo que obedece a numerosas causas. El abuso en la utilización del móvil solo es una más. Yo soy partidario de restringirlo en los espacios escolares y limitarlo fuera de ellos: para hacer deporte, dialogar, cantar, jugar... No es necesario el móvil y son prácticas, todas ellas, importantes para la salud, el desarrollo personal o para construir amistades y afectos.

El fracaso escolar obedece a numerosas causas, el abuso del móvil solo es una más

–Se acaba de publicar que los colegios concertados recaudan 1.000 millones de euros al año cobrando cuotas ilegales.

–Para que no existan equívocos, vaya por delante que soy un firme defensor de la educación pública, universal, paritaria y gratuita. Y también, de la libertad. Este es un problema que viene de lejos, ya que el régimen de conciertos educativos vino a sustituir al anterior de subvenciones que apenas tenía control y había dado lugar a no pocos abusos. Los conciertos educativos tienen como objetivo fundamental asegurar la libre elección de centro por parte de las familias, financiando con fondos púbicos una doble red de centros, de titularidad pública y privada. Desde el comienzo se puso de manifiesto que las familias exigían más educación y actividades no comprendidas en los currículos formales, demanda que ha tenido respuestas cuando menos contradictorias: la escuela pública generaliza la jornada única y en ella las AMPAS y algunos municipios organizan y financian actividades complementarias, bien es verdad que a bajo costo. En la oferta privada concertada, con doble jornada, se empiezan a facturar por diferentes mecanismos cuotas y prestaciones educativas. El estudio de referencia cuantifica en unos mil millones de euros los que facturan a las familias los colegios concertados y hay que destacar algo.

–A saber...

–Que la comunidad autónoma donde más se cobra a las familias es Cataluña, seguida de lejos por Madrid y Valencia: es decir, tres comunidades con niveles de renta superiores al resto de España, es decir con mayor capacidad de pago, junto con un horario escolar más extendido en la oferta privada. El cuestionamiento es obvio: los conciertos educativos tenían como objetivo la libre elección de centro, público o privado, confesional o no, por parte de las familias. Me temo que eso ha derivado en que algunos centros educativos eligen a sus alumnos de acuerdo con el nivel de renta familiar, más tiempo de atención educativa y la capacidad de pago de sus padres. Lo contrario del objetivo inicial.

–¿La caída de la inversión en educación demuestra el escaso interés por una sociedad más preparada y, por ello, más crítica?

–Es posible, pero también hay otras circunstancias como han sido las crisis económicas de 2008 y la de la pandemia. Sin olvidar que tan importante es invertir más, como hacerlo mejor. A modo de ejemplo, en España las comunidades autónomas que más invierten en educación no son las que obtienen mejores resultados. En educación, como en otras políticas sociales, hay una tendencia a considerar que las mejoras cualitativas, de eficiencia y eficacia, se logran con incrementos cuantitativos y la evidencia, insisto la evidencia y no la ocurrencia, demuestra que no siempre es así. Cantidad no es sinónimo de calidad.

Las comunidades autónomas que más invierten en educación no son las que obtienen mejores resultados

–¿La falta de liderazgo en los centros en dirección y gestión es un lastre reputacional?

–Así es y basta considerar que, según estudios de la UNESCO y de la OEI, el liderazgo escolar es el segundo factor (después de la formación y compromiso del profesorado) que más determina la calidad de la educación. Un buen director escolar es un líder pedagógico, un gestor de recursos humanos y un buen administrador. Esas competencias no se improvisan.

–¿Se está gestionando bien la inclusión educativa con una población cada vez más diversa?

–Gestionar bien la diversidad es producir cohesión, tolerancia, respeto y contar con una sociedad más rica en todos los sentidos. Por razón de mi cargo, viajo con frecuencia por muchos países y gracias a ello he llegado a la conclusión de que España es una nación que disfruta de mejores niveles de inclusión que otras muchas; somos un país que ha acogido en muy poco tiempo a millones de emigrantes de las más variadas procedencias, sin que ello haya supuesto importantes problemas ni graves rechazos. Millones de españoles, entre ellos muchos asturianos, tuvieron que emigrar buscando libertad, oportunidades y un futuro más prometedor: fueron una bendición para los países que les acogieron, ahora el recorrido es inverso: una buena parte de los que salieron y ahora nos llegan, son parte, de una grande y maravillosa comunidad iberoamericana, unida por lazos familiares, históricos, lingüísticos y culturales: 850 millones de personas que nos comunicamos en dos lenguas ibéricas intercomprensivas, somos la mayor comunidad bilingüe del mundo y la que más crece en número de usuarios. No obstante, existe el riesgo de la instrumentación de las identidades y los particularismos con fines espurios, riesgo que espero que no se convierta en una amenaza real.

–¿Defiende extender la jornada escolar?

–Decididamente y, sobre todo, con los alumnos procedentes de familias más desfavorecidas y en riesgo de exclusión: la escuela ha sido siempre un potente medio para compensar o corregir desigualdades. Y a los hechos me remito, el país con la más importante mejoría educativa durante los últimos veinte años de toda Europa ha sido Portugal, donde se han llevado a cabo políticas de extensión de la jornada escolar.

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