Rioseco, L. M. D.

Las obras del primer polígono empresarial del parque natural de Redes ya están en marcha. Esta semana comenzaron los primeros trabajos de urbanización del polígono de Comillera, en Sobrescobio, que está desarrollando el Grupo Tragsa. Las obras cuentan con un presupuesto de algo más de 1,3 millones de euros.

En total, el polígono de Comillera contará con una superficie de 22.900 metros cuadrados, de los cuales unos 8.000 serán útiles para la instalación de empresas. Esta superficie se dividirá, inicialmente, en ocho parcelas distintas. Las obras consistirán en la ejecución del vial del área empresarial, el encauzamiento del arroyo Comillera, los movimientos de tierras y elementos de sostenimiento de las parcelas, el enlace con la carretera AS-117 (el Corredor del Nalón) y el abastecimiento y saneamiento de la zona. El coste total de todas estas actuaciones será de 1.370.290 euros. Uno de los objetivos que persigue el Ayuntamiento de Sobrescobio con la creación de esta zona es atraer hasta el concejo a empresas del sector agroalimentario, ya que, al encontrarse dentro de un espacio protegido, no estaría permitido instalar fábricas contaminantes. Además, está previsto que en Comillera acabe instalándose la planta embotelladora de agua que el Ayuntamiento coyán lleva impulsando desde hace años.

La tramitación administrativa del proyecto del que será el primer polígono de Redes ha sido larga y complicada. Se inició a finales de 2003, y su financiación corresponde al primer plan de la minería, 1998-2005. Cuando la tramitación parecía estar avanzada, las prescripciones establecidas por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (por aquel entonces llamada del Norte) obligaron a reemprender y reiniciar desde cero los trabajos, ya que no se recogían las posibles afecciones al arroyo Comillera. Resueltos definitivamente los problemas con el dominio hidráulico, la CUOTA (Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias) dio luz verde al proyecto en marzo de 2009, hace casi dos años.

Desde entonces, el proyecto ha tenido que enfrentarse a la compra y expropiación de los terrenos -hubo que adquirir ocho parcelas a particulares-, a un recurso en contra del precio establecido en la expropiación de una de las fincas y a la declaración de impacto ambiental exigida por la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras. Caso también tramita desde hace años la creación de un área empresarial en la vega de la capital del concejo.