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Una visita «cuesta arriba»

Los alumnos de intercambio en Vegadeo se van sorprendidos por la orografía asturiana

Una visita «cuesta arriba»t. cascudo

Vegadeo,

T. CASCUDO

«Lo peor de la visita es que aquí es todo cuesta arriba», explica el estudiante Pablo Campos. Y es que los alumnos abulenses que han participado durante toda la semana en el intercambio educativo con el instituto veigueño Elisa y Luis Villamil no están acostumbrados a la compleja orografía de la comarca y a las obligadas cuestas. Aun así, y pese al cansancio, ayer se despidieron con pena de su periplo por el Occidente.

La visita forma parte del III Foro Comunicación y Escuela que organiza el Instituto de Vegadeo. Los de Ávila fueron los encargados de abrir este tradicional intercambio que se cerrará en octubre (del 3 al 7) cuando los veigueños visiten Ávila.

En esta ocasión, los 44 estudiantes participantes en el proyecto educativo procedían de la localidad de Arévalo, en concreto del Instituto de Educación Secundaria Adaja y del Colegio San Juan Bosco. El alcalde de Vegadeo, Juan Antolín, recibió ayer en el Consistorio a la delegación de estudiantes, horas antes del inicio del viaje de vuelta a casa. Nada menos que seis horas en autobús en las que tendrán tiempo de recordar las anécdotas vividas en este intenso viaje.

El lunes visitaron Castropol y la comarca, el martes fue el turno de Vegadeo y de conocer a sus compañeros en el instituto veigueño, y por la tarde pasearon en barco por el Eo y visitaron Ribadeo.

El miércoles se desplazaron a Oviedo para conocer el centro de la ciudad y también la Junta General del Principado y el jueves estuvieron en Grandas de Salime para visitar el Museo Etnográfico y el castro. En el concejo grandalés tuvieron la oportunidad de conocer a los actores de la serie «Doctor Mateo», en pleno rodaje, y se hicieron fotos con Gonzalo de Castro. Ayer cerraron su periplo con una visita a San Tirso de Abres, donde la asociación San Tirso del Eo les organizó una representación de oficios.

Lo que más gustó a los jóvenes abulenses fue el paseo en barco por el Eo y también el paisaje verde con el que fueron recibidos por la comarca.

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