Los bañistas y visitantes del arenal de Barayo, entre los municipios de Navia y Valdés, descubrieron durante el pasado fin de semana unos llamativos restos semienterrados en la arena. El presidente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), Luis Laria, confirmó ayer que se trata del cuerpo de un tiburón peregrino, de unos cinco metros de longitud. Del ejemplar tan sólo se pueden apreciar algunas partes cartilaginosas y la columna vertebral de su esqueleto. Según las estimaciones, habría fallecido hace meses, informa G. G.