“Para hacer una catedral hay que picar mucha piedra, eso no te lo quita nadie, pero todos tenemos que tratar de conseguir nuestra catedral”, dijo ayer la directora comercial y de marketing de la empresa asturiana Alsa para convencer a los estudiantes del Instituto Elisa y Luis Villamil, de Vegadeo, de la importancia de tener claros sus objetivos y rodearse de un buen equipo que les ayude a lograrlos. Rocío Escondrillas participó en el ciclo “Mujer, empresa y liderazgo”, incluido en el décimo tercer Foro Comunicación y Escuela, y defendió con rotundidad que “las personas que tienen ganas son las que acaban triunfando en cualquier sitio”.

“Hay que intentar que el futuro sea lo que cada uno quiere que sea. Tratar de buscar la excelencia y la mejora continua y luchar por lo que uno quiere. Tenéis que decidir a donde queréis ir. Ir no es gratis, vais a tener que trabajar mucho, pero, si quieres ir a Granada, tienes que montar tu vida para ir a Granada”, señaló Escondrillas en una ponencia por videoconferencia en la que explicó su vida personal y profesional para servir de ejemplo e inspiración para los estudiantes que están a punto de cerrar su ciclo en el instituto.

Escondrillas, ingeniero de profesión, trabajó en las más variadas empresas hasta que hace seis años recaló en Alsa, un “trabajo súper apasionante, en un sector en alza”.

A preguntas de los chavales reconoció que nunca sintió diferencia en el trato o discriminación por ser mujer, aunque sí contó las dificultades para compatibilizar su trabajo con la maternidad. “Tener hijos es difícil trabajes o no, pero conciliar te obliga a elegir”, precisó.

Contó curiosidades de la empresa como la importancia de la digitalización o el reto del cambio de imagen corporativa y, como dato llamativo, que más de la mitad de la clientela de Alsa es menor de treinta años. Sobre la movilidad en las zonas rurales, algo que padece el Occidente, abogó por diseñar planes adaptados a cada territorio.