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El río Esva se repuebla por primera vez con huevas para garantizar más salmones

La actuación de La Socala permite que los alevines nazcan en su hábitat, lo que aumenta las posibilidades de supervivencia: “Estamos ilusionados”

El presidente del club de pesca La Socala, Emilio Fernández, con una pipeta que muestra dos huevas de salmón embrionadas. | A. M. S.

El club de pesca La Socala, con sede en Valdés, tiene nuevos planes para mejorar la población de salmones en el río Esva. El colectivo ha sumado a su habitual cría y suelta de alevines un nuevo método: la cría y suelta de la hueva con embrión con el fin de mejorar las posibilidades de adaptación de los ejemplares y, con ello, frenar la mortalidad por causas naturales. “Estamos muy ilusionados porque creemos que estas repoblaciones tendrán su efecto”, destaca, orgulloso, el presidente del club, Emilio Fernández.

En la planta del Pontigón se trabaja con denuedo todo el año. Lo hacen miembros del colectivo de pesca que, de forma altruista, están interesados, según Fernández, en generar más vida al cauce. El Esva es el río asturiano abierto a la pesca de salmón que ofrece en la actualidad menos posibilidades al pescador. En 2021 solo se echó un ejemplar a tierra. Convencidos “de que debemos hacer algo, pero no somos el problema”, la directiva del club valdesano intenta diversidad las repoblaciones. Es decir, sumar a la habitual suelta de alevines criados en cautividad la de huevas de la misma especie.

Por la izquierda, Santiago Traviesa, Emilio Fernández, Gil Rico, el guarda Elicio García y David Vidal, en la planta experimental de Pontigón. | A .M. S.

El jefe de la Guardería Rural del Principado, Santiago Traviesa, estuvo presente en la primera suelta de huevas, que consiste en meter en el río cajas especiales con el embrión. “El objetivo es aumentar la eficacia de las repoblaciones, porque si lo jugamos todo a una carta, corremos el riesgo de tener más problemas”, señala. En su opinión, el manejo de alevines en piscifactoría es, además, difícil y no siempre sobreviven todos los peces que se desearía. Utilizando el sistema de huevas se garantiza que el 90 por ciento de los ejemplares nazcan. La técnica no es novedad en otras cuencas, como las del Narcea o el Sella, pero sí es experimental para La Socala.

Según Santiago Traviesa, este río “merece y tiene toda la atención del Principado, como el resto”. Además, el técnico avala la puesta en marcha de estas acciones, “que siempre mejorarán la vida en el cauce”, aunque advierte de la buena salud del desove natural en este río. “Nuestras muestras indican que el Esva es rico en salmones en la zona de Paredes y en Navelgas, donde hay poblaciones importantes de alevines, hasta 300 en un tramo de 100 metros. Es decir, como en los mejores lugares del Sella”, apunta.

Una de las cajas donde se guardaron para su suelta en el río Esva las huevas embrionadas. | A. M. S.

Pese a ello, se sabe que estos alevines tienen “muchos problemas” para engordar, sobrevivir y retornar, en su caso, ya adultos a su río de origen. Para Traviesa, la cada vez menor población de salmones está relacionada “con lo que ocurre en el mar”. Los salmones que se soltaron en el Esva (casi 5.000 huevas) volverán al río dentro de, al menos, cuatro o cinco años, siempre que sobrevivan su periplo fluvial y marítimo.

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