María Moliner le da a Castropol otra alegría: premio nacional a su biblioteca

El proyecto con el que el centro celebra su aniversario ha logrado uno de los diez galardones del Ministerio de Cultura y la FEMP

La bibliotecaria Manuela Busto, en el centro de Castropol, con uno de los libros de la exposición «100 años de firmas», englobado en la celebración del centenario. | Tania Cascudo

La bibliotecaria Manuela Busto, en el centro de Castropol, con uno de los libros de la exposición «100 años de firmas», englobado en la celebración del centenario. | Tania Cascudo / A. Rubiera

A. Rubiera

A. Rubiera

El Ministerio de Cultura y Deporte, en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), ha concedido a la biblioteca de Castropol uno de los diez premios nacionales «María Moliner» a los mejores esfuerzos de animación a la lectura. Valoran así la calidad del proyecto «100 años sin soledad. 100 años de biblioteca», con muchas vertientes de trabajo en torno al centenario que celebra la institución castropolense. Se trata, explican desde el Ministerio, de unos premios concebidos para destacar el ímprobo esfuerzo que se hace en las bibliotecas de municipios de menos de 50.000 habitantes de toda España por mantener el interés cultural y por la lectura en la España con menos posibilidades.

En la edición de este año se habían presentado iniciativas por parte de 547 municipios y de entre todas esas, la localidad asturiana pudo sacar la cabeza. Se atribuyen el mérito, pero también piensan que una vez más la propia, María Moliner, lexicógrafa y bibliotecaria que firmó para Castropol, de su puño y letra, un ejemplar de su «Diccionario de uso del español», y que da nombre al galardón, les echó una mano. «Es como si se cerrara un círculo perfecto para nuestro aniversario», sostiene la bibliotecaria de Castropol, Manuela Busto. Si el objetivo del premio es, siguiendo el ideal de la propia María Moliner, que cualquier lector en cualquier lugar pueda conseguir el libro que le interese, se puede dar por seguro que en Castropol se consigue. «El gran premio es que somos una biblioteca vivida y utilizada», asegura Busto. Tan utilizada, que el premio de 10.000 euros ya tiene una parte con destino seguro: «lotes para los clubes de lectura. Nos vamos a dar el gustazo de leer lo que nos apetezca... bueno, que en realidad ya lo hacemos», dice entre risas Manuela.

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