Todos cuentan en el colegio rural de Valdepares, en El Franco

La apertura al entorno y la implicación de las familias hacen especial el centro franquino, que lucha contra el recorte de una unidad de Primaria

T. Cascudo

Noemí Berdasco tuvo una infancia feliz en el colegio público de Valdepares que ahora dirige. La docente franquina tomó el testigo de la dirección de la que fue su maestra de Primaria, María Eugenia Castro, y ha seguido apostando por un modelo de escuela rural abierta a la comunidad que cada día gana más adeptos. Esa política de apertura al entorno y la implicación de las familias en el proyecto educativo explican, en parte, la contundente respuesta de la comunidad escolar a la decisión de la Consejería de Educación de suprimir una unidad de Primaria. Prometen luchar hasta el final por preservar todas las unidades y conseguir que el centro siga siendo un referente en la comarca.

Arriba, el huerto escolar, con los alumnos trabajando. A la izquierda, Carola, Lucy, Gara y Maya, con la mascota del centro, «Luquino». |  R. T. C.

Arriba, el huerto escolar, con los alumnos trabajando. A la izquierda, Carola, Lucy, Gara y Maya, con la mascota del centro, «Luquino». | R. T. C. / T. Cascudo

"No me sorprendió la respuesta porque Valdepares es así; si la escuela está tan bien como está, es porque hay muchas familias detrás apostando por este proyecto", señala Berdasco, que vive a unos metros de un colegio que para ella es mucho más que en un centro educativo. El colegio tiene este curso 43 alumnos procedentes de treinta y cuatro familias. Diecinueve son de la parroquia de Valdepares, a las que les corresponde este centro por cercanía, pero, para las quince restantes, acudir a esta escuela es una decisión personal. Ocho familias se desplazan desde otros puntos del concejo de El Franco y otras siete lo hacen desde concejos vecinos como Tapia de Casariego.

En el cole de Valdepares todos cuentan

En el cole de Valdepares todos cuentan / T. Cascudo

Azucena Díaz vive en Valdepares pero, aunque no fuese así, siempre tuvo claro que quería matricular a sus hijos en este centro franquino. "Quería un cole que respetase los ritmos de mis hijos, no quería timbres cada hora o vallas sino un espacio amable, que es lo que necesitan. Así que Valdepares es el cole que me toca, pero también el que elegí", señala. A su lado, Marián Sánchez, que se desplaza desde el vecino concejo de Tapia, asegura que el proyecto educativo y el equipo docente pesaron en su elección. "De entrada, nos gustó mucho la apertura a las familias y a la comunidad, pero, una vez aquí, hay otras cosas importantes, como la forma en que se gestiona el material escolar o las salidas", señala.

Y es que en Valdepares las familias apenas notan en sus bolsillos la vuelta a las aulas. Cuentan con una cooperativa que gestiona la Asociación de madres y padres de alumnos (Ampa) y desembolsan 30 euros por niño y curso que se depositan en la librería local de La Caridad. El equipo docente acude allí para la compra de los materiales necesarios para el trabajo en clase. "Es una gestión eficaz, que funciona bien y es viable", defiende la directora del centro, quien también destaca que, de este modo, no hay desigualdades entre los alumnos porque el material es igual para todos. En Valdepares trabajan por proyectos y apenas cuentan con libros en los diferentes niveles. Dice Azucena Díaz que el proyecto educativo logra por sí solo atraer a familias de otras localidades y está convencida de que esta manera de trabajar ha logrado la pervivencia del centro, que este curso ha incorporado doce nuevos alumnos, una cifra importante para los números que manejan las escuelas rurales.

Ana Suárez nació en Gijón, pero tiene raíces en El Franco, de donde es su padre. "Conocí los colegios de ciudad y tenía claro que quería un colegio rural para criar a mis hijos. Aquí se fomenta el trato con las familias y se hacen actividades súper motivadoras en las que participa toda la comunidad. Cuando llegué y vi que los materiales se compartían, y lo que eso supone en cuanto a solidaridad y cuidado, lo tuve muy claro", añade esta madre. Con ella coincide otra madre, Ana Rodríguez: "Este cole tiene mucha cercanía y un trato muy individualizado. Además me gusta su metodología, ya que aquí los niños aprenden jugando, con suavidad".

Centro pionero

Familias y equipo docente destacan que Valdepares ha sido un centro pionero "en la implantación de metodologías innovadoras", así como en la gestión del material escolar. Noemí Berdasco nació en 1987 y recuerda cómo en sus primeros años de colegio en Valdepares se trabajaba por proyectos y ahora siguen apostando por un mismo modelo. Preguntada por los puntos fuertes del centro deja claro que están comprometidos con el objetivo "de que la escuela sea compensadora del medio". Lo explica: "Hay niños con muchos experiencias vitales, pero otros no las tienen y eso se tiene en cuenta para que la escuela compense más allá de lo académico". Además, continúa, se apuesta por el desarrollo integral de los niños con una atención especial a cuestiones como la salud o el reciclaje. El deporte tiene un peso importante, pero también la alimentación saludable que trabajan gracias a su exitoso huerto escolar. Son populares también sus "ecopatrullas", para fomentar el cuidado y la limpieza del entorno.

"Las familias son un pilar importante e intervienen todo el año", señala Berdasco, mientras detalla las diferentes actividades que se programan, como las jornadas culturales donde las familias se vuelcan impartiendo diferentes talleres. Otro aspecto que todos destacan es el hecho de que en las actividades se mezcla a los niños de los diferentes niveles, lo que fomenta "la responsabilidad y la autoestima". Y no se olvidan de "Luquino", el hámster mascota y una de las estrellas de un centro que reclama al Principado poder trabajar con estabilidad para el mantenimiento de una escuela viva en el medio rural. Para ello, la comunidad educativa ve clave recuperar y consolidar las cuatro unidades de las que gozaban el curso pasado.

En Valdepares van todos a una y dejan claro que no se van a rendir.