A la segunda va la vencida: demolidas con éxito las dos chimeneas de la central térmica del Narcea

"La operación de derribo se ha completado", señalan desde Naturgy tras un primer intento fallido en el que solo se pudieron tirar los silos

T. Cascudo

A la segunda fue la vencida. Tras un primer intento fallido, las dos chimeneas de la central térmica del Narcea fueron demolidas este viernes con éxito. "La operación de derribo ha ido bien y se ha completado", señalaron fuentes de Naturgy, la firma propietaria de esta instalación ubicada en Soto de la Barca (Tineo) y que inició su actividad en 1965. Las voladuras comenzaron el jueves con el derribo de dos silos de cenizas y se enmarcan en el plan de desmantelamiento de esta instalación, iniciado en el segundo trimestre del 2022.

La voladura de las dos chimeneas, con una altura de 70 metros, estaba prevista para las doce del mediodía, pero no fue hasta casi la una cuando se activaron las cargas explosivas. Las sirenas de la térmica advirtieron a los muchos vecinos y curiosos concentrados en los alrededores del derribo inminente. Sonó después una fuerte explosión y, en cuestión de segundos, las dos imponentes estructuras se fueron al suelo.

Ambas estructuras se resistieron al derribo, ya que estaba previsto que se derrumbaran este jueves, junto a los dos silos de cenizas y escorias de la central. La empresa encargada de las voladuras no esperaba que las estructuras fueran tan robustas y, de ahí, que hubiera que repetir la operación. Sin embargo, no ha trascendido la cantidad de explosivo usada ni en el primer, ni en el segundo operativo. El próximo miércoles tendrá lugar la demoloción de la icónica torre de refrigeración de la térmica, con una altura de 81 metros.

Los curiosos que siguieron este viernes el derribo de las chimeneas explican que el perímetro de seguridad se amplió con respecto al día anterior, para evitar daños personales. "Las dos chimeneas cayeron, solo quedó en pie la zapata que se supone que tendrán que picar con maquinaria", contó uno de los testigos que asisten estos días con pena al fin de una etapa importante de la historia de Tineo.

Desde Naturgy indican que los trabajos de demolición se están llevando a cabo "con las máximas medidas de seguridad, el mínimo impacto ambiental y con un cumplimiento riguroso de la normativa vigente". En este sentido, indican que se ha optado por la demolición con voladura por ser "una de las técnicas más eficientes para el desmantelamiento de centrales, ya que minimiza los riesgos para los trabajadores, favorece la economía circular y contribuye a reducir el impacto ambiental". Esta técnica se usarán para las principales estructuras de la térmica, esto es, las tres chimeneas, la torre de refrigeración, los silos y las calderas.

Solo las voladuras previstas para este mes generarán un volumen de 6.400 toneladas de hormigón y permitirán alcanzar el sesenta por ciento de los trabajos de desmantelamiento. Naturgy informa que a lo largo de 2024 se volarán otros dos silos, la chimenea del grupo 3 y las calderas. Está previsto que la central quede desmantelada en el primer trimestre de 2025, tras tres años de trabajo.

En otro orden de cosas, Naturgy explica que están realizando "los trámites para completar la cesión de la propiedad" del antiguo poblado de trabajadores al Ayuntamiento de Tineo. El convenio de cesión entre el consistorio y la firma energética tuvo lugar en agosto de 2022 y Naturgy espera que la citada cesión se materialice "en las próximas semanas".

La sensación entre los tinetenses por este derribo es de tristeza, especialmente en los pueblos de los alrededores de la térmica. Lo sabe bien Manuel Ángel Menéndez, vecino de Soto y propietario del único bar La Casera. "Este es el principio del fin. Empiezan las ejecuciones, la sentencia ya estaba firmada pero ahora llegó la ejecución y lo peor es que llega sin que haya proyectos, alternativas, no hay nada para la zona, es ver como se está muriendo todo. Aquí resistimos por la mina de oro de Belmonte y por la actividad que hay en la de Pilotuerto", lamenta resumiendo el sentir de muchos vecinos.