Durante el verano se intensifica el proceso agónico de la vía estrecha en Asturias y en las comunidades vecinas. No podía ser de otra manera porque el cáncer que padece, cuyo origen son las células malignas al frente de ministerios, se ha extendido a otras líneas. El pasado 16 de agosto intenté viajar entre Burela y Marzán (Foz) en el regional con destino a Oviedo.

Su llegada estaba prevista para las 10.51 horas. Tras un cuarto de hora de espera llamé al teléfono de atención al viajero para conocer lo que estaba ocurriendo porque en la estación no había personal. Me dicen que en breve veré entrar el tren en la estación, pero cuando vi arribar a duras penas una composición de la serie 2700 ya habían transcurrido otros veinte minutos. Allí quedó. Nunca mejor dicho eso de que "aquí acabose el fierro". Los pocos viajeros tuvieron que esperar hasta las 11.50 la llegada de un autobús. Una praxis habitual en este ferrocarril. La realidad es tan cruda que la empresa en apeaderos como Marzán ha decidido informar en estos términos: "Si transcurridos 10 minutos desde la hora prevista del tren por su estación, este no efectúa su paso, rogamos se ponga en contacto con nuestro Centro de Gestión de Operaciones llamando al número 985 982 380. Si usted dispone de un teléfono compatible puede consultar los horarios en tiempo real de la estación en la que se encuentra, en nuestra aplicación mediante los códigos QR o NFC. Estos podrán ser captados en las pegatinas que están colocadas y a su disposición en nuestros expositores. Muchas gracias por su colaboración". ¿Es esta situación propia de un país moderno? Seguimos igual que hace cuarenta años. Al hilo de este calvario proceder traer a colación la situación que vivió una chica francesa entre Bilbao y Gijón en aquellos años. Decidió subir en un tren de vía estrecha en el País Vasco hasta El Berrón, para viajar desde aquí en el antiguo Langreo -aún con ancho internacional- hasta su destino. La mujer decidió preguntar al interventor por la sincronía entre los dos trenes, pero se encontró con esta respuesta: "No hay enfotu". Casi medio siglo después estamos igual o peor.

La falta de respeto de los diferentes gobiernos hacia los usuarios es constante. Son responsables del abandono en el que han sumido al ferrocarril de ancho métrico y no se puede admitir en el siglo XXI que un tren emplee tres horas entre Oviedo y Llanes; cuatro horas entre Oviedo y Ribadeo y una hora entre Oviedo y Pravia por citar tres ejemplos.

Hay mucho por hacer si queremos que nuestros trenes presten un servicio eficiente. ¿Cómo pueden mirar a los usuarios quiénes son responsables de estrangular el ferrocarril en Gijón? ¿Cómo se puede justificar con la tecnología que disponemos los problemas que han aflorado en la variante de Pajares? ¿Cómo puede ser que un tren en 2018 invierta una hora más en recorrer el trayecto Oviedo-Ferrol que en la década de los setenta? Estamos hartos de buenas palabras, de anuncios, de visitas del ministro del ramo para que todo siga igual. Es el momento de la acción. No entiendo cómo soportamos tanto en Asturias. ¿Dónde ha quedado el espíritu combativo que ha caracterizado a esta tierra? La lectura del libro de Juan de Lillo "Memorias del tiempo perdido, entre la corrupción y la crisis" nos permite conocer en manos de quién hemos estado durante todo este tiempo, una caterva de necios que vieron en la política una salida a su ineptitud para el desempeño de cualquier profesión. El día en el que los mejores asuman responsabilidades en la gestión de la cosa pública algo habrá cambiado, pero entretanto solo nos queda denunciar el desastre al que nos han llevado los que se han acomodado años y años en la poltrona al servicio de los intereses del partido que les da de comer porque todos acataron como precepto la máxima "el que se mueva no sale en la foto". ¿Dónde están los diputados y senadores elegidos por los asturianos? Firmes y en el lugar que la disciplina de partido les encomiende.

La gestión de la vía métrica en Castilla-León, Cantabria, Principado de Asturias, Galicia tiene que conocer cuál es el estado en el que se encuentra y si no dispone de recursos humanos suficientes para tal fin debe solicitar la colaboración a las administraciones autonómicas. El día que vea en los medios de comunicación actuaciones concretas, programadas, con el coste sin incrementos a posteriori, entonces comenzará a hacerse realidad su recuperación. ¿Qué proyectos debería acometer el gobierno? Veamos algunos.

Mejorar los trazados de las líneas. Algunas de las obras que deben priorizarse son la eliminación de curvas; por ejemplo, Soto de Dueñas -Ozanes, la construcción de la variante de Udrión para salvar el fondo de saco de Trubia o el desdoblamiento de las vías.

Renovar y/o mejorar el parque móvil con la consiguiente dotación de la plantilla. Me llama la atención que las unidades 2700 puedan alcanzar los 120 km/h. ¿Hay en Asturias actualmente algún tramo en el que se pueda desarrollar esta velocidad? ¿Cómo se puede explicar que este tipo de material genere tantos problemas? La primera vez que me dejó tirado este modelo de tren fue el 30 de agosto en Soto de Luiña en 2013. Aquel día el trayecto entre Foz y Oviedo supuso seis interminables horas.

Suprimir el transbordo en El Berrón. Para los viajeros que tengan que desplazarse desde Infiesto, Nava o Pola de Siero a Gijón.

Planificación de paradas en cada uno de los itinerarios, previo estudio del movimiento de viajeros en cada línea. No se trata de suprimir el servicio sin más. ¿Por qué tienen parada todos los trenes entre Oviedo y Pravia, incluyendo los regionales, en Santa María de Grado, Peñaflor y Aces? ¿Cómo se puede justificar la construcción de los apeaderos de Las Mazas, Las Campas y Vallobín? Es este caso la muestra del total desconocimiento de la realidad. Si una o más líneas de autobús tienen varias paradas en Las Campas, o recorren el centro de Las Mazas, quién se va a desplazar a un apeadero que, con una cuesta pronunciada, o a las afueras de la población. El de Vallobín es el mejor ejemplo de despilfarro de fondos.

Finalizar obras tan importantes como necesarias. Entre ellas, las de Gijón, la puesta en servicio del ramal de ENCE en Navia y la construcción sin ningún tipo de complicación del acceso a la factoría de ALCOA en San Cibrao, para acabar con el sobrecoste que supone la flota de camiones que unen esta fábrica con la estación de Xove hasta la que llegan trenes de mercancías.

Recuperar, a medio plazo, un nuevo trazado que vertebre la comunicación en Siero, Noreña, Llanera y Oviedo. Los concejos emplazados en la depresión de Oviedo tienen un potencial demográfico importante, abundantes polígonos y parques tecnológicos. Este territorio se caracteriza por la intensidad de los movimientos migratorios pendulares.

Olvidar la conexión del aeropuerto mediante ancho métrico. En todo caso sería con ancho ibérico, pero para ello tiene que haber otras actuaciones entre Oviedo y Avilés. No es admisible emplear 37 minutos en el trayecto. Ha llegado el momento de actuar, los viajeros están solos porque confiar a estas alturas en los políticos cuesta trabajo. Insisto en recuperar el espíritu del 27 de marzo de 1881 y hago votos para que los medios de comunicación enarbolen la bandera en la defensa del ferrocarril tal como ocurrió hace casi 140 años . Esta iniciativa es un claro ejemplo del ejercicio responsable de la ciudadanía activa porque un territorio con comunicaciones deficientes nunca será competitivo.