Hace unos años, la orientadora del colegio Celestino Montoto, de Pola de Siero, me aconsejó que una alumna participase en las becas que convoca Colegios del Mundo Unidos. Hablé con sus padres y ellos se lo comunicaron. Dijo que no, que quería seguir en el Instituto poleso.

Ahora veo que la Princesa Leonor cursará estudios en uno de esos centros. Estupendo, porque los valores que propugnan, respeto, tolerancia, implicación en la paz y en un futuro sostenible, son los que deseamos en cualquier persona, y más en alguien que será nuestra jefa de Estado.

Algunos, como quien no nombraré, seguro que no enviarán a sus hijos ahí porque entienden que el respeto es de dirección unívoca, se le respeta a él y los suyos. Creen que la libertad de expresión es patente propia, que otros no la tienen, no se la han ganado. Que la tolerancia sólo se debe hacia sus opiniones y convicciones, que las de los demás no la merecen.

Paz sólo para su entorno, los que hagan apología del terrorismo o quieran fracturar un país son bienvenidos.

Y la sostenibilidad... Que se sostenga su puesto y sueldo y los de la socia... Además, como dice que los hijos no lo son de los padres, sino de la sociedad, seguro preguntarán a los “círculos” dónde educarlos.

Le dirán que no estudien, que se dediquen a charlatanería que siempre hay bobos que los siguen.