Opinión

Los argumentos de los que rechazan ser vacunados

Cómo distinguir las informaciones falsas de las verdaderas

Los argumentos de los que rechazan ser vacunados

Los argumentos de los que rechazan ser vacunados

El día 7 de julio saltó la noticia de que el 30% de los estadounidenses habían rechazado las Vacunas Anticovid (en adelante VA). En España ese porcentaje se sitúa en el 2,6 %, y en Asturias en un 1,6%, según datos obtenidos de la web oficial del Principado: coronavirusasturias.es (20 de julio de 2021).

Varias son las razones que esgrimen los que rechazan las VA. En primer lugar por la posibilidad de que el virus SARC-CoV-2 sea el resultado de una investigación de laboratorio, como las que típicamente se realizan en el Instituto de Virología de Wuhan (China). El 14 de mayo de 2021 en la revista “Science” se publicó un artículo firmado por quince profesores de diferentes universidades de Europa y América en el que, tras analizar los datos existente hasta entonces, concluyen que ambas teorías son posibles: la de una liberación accidental de un laboratorio y la de una zoonosis (contaminación animal), y plantean la necesidad de realizar un estudio con la metodología propia de las ciencias experimentales (objetivo, independiente, contrastable, etc.) para resolver esta controversia.

Otro de los argumentos que esgrimen es que están experimentado con nosotros. Como señalan los autores de un trabajo publicado en “The Lancet”, las VA tuvieron que ser autorizadas por el procedimiento de comercialización condicionada, debido a la alta mortalidad de la pandemia. La condición que exigieron las agencias reguladoras fue que era necesario seguir con los estudios fase III –que consiste en comparar la evolución de un grupo de personas vacunadas y otras sin vacunar–. En le momento actual se han publicado varios ensayos fase III en los que se ha demostrado su eficacia y también su toxicidad. Todo ello se puede consultar en la página web de la Agencia Española de Medicamentos. Las VA siguen autorizadas porque su eficacia compensa con mucho su toxicidad, aunque se sigue estudiando la duración de la inmunización frente al virus y los efectos secundarios a largo plazo.

No obstante, lo que más desconcierta es la multitud de información que llega por las redes sociales. Una de ellas asegura que las vacunas de Pfizer y Moderna, que están constituidas por ARNm (ácido ribonucleico mensajero), pueden interactuar con el ADN nuclear. Así que para resolver esta duda me puse en contacto con varios expertos en biología molecular y me confirmaron que la ruta bioquímica de la síntesis de proteínas es unidireccional: ADN→ARN → proteína (en este caso el antígeno que inmuniza). Y no a la inversa. Para que el ARNm se integre en el ADN se precisaría la transcriptasa reversa, enzima que no está presente en estas vacunas, ni en nuestras células; y por lo tanto, es imposible que modifiquen el genoma de las células de las personas vacunadas. “¡No es una vacuna!” –dicen algunos–. De hecho podríamos denominarla “prevacuna”, ya que el ARNm “fabrica” el antígeno que inmuniza una vez entrado en la célula. Llevamos siglos conviviendo con el virus de la gripe que también es ARN.

En resumen, podríamos decir que las vacunas han sido muy eficaces: las muertes, las hospitalizaciones y los enfermos en UCI se ha reducido en la misma proporción que la eficacia de las vacunas: entre un 80% y un 90%. En el momento actual, dado que la incidencia no equivale a muerte y hospitalizaciones, como ocurrió en la primera ola, se está estudiando si la eficacia (duración de la inmunización) y los efectos secundarios a largo plazo de las VA en niños compensan la menor morbilidad del SARC-CoV-2 en este grupo de población.

La pandemia nos trajo también otros problemas. En el libro titulado “Covid-19: el gran reinicio”, el presidente del Foro Económico Mundial (FEM), Klaus Schwab, expone estos problemas y la manera de resolverlos. En la última reunión de Davos, el autor, junto con otros magnates del poder y del dinero, propusieron el “Great Reset” (el gran reinicio), que consiste en el establecimiento de un único gobierno mundial para poder manejar mejor los problemas globales como la pandemia. Dicho plan se está llevando a cabo a través de iniciativas legislativas nacionales y supranacionales de gran trascendencia, sin que la gente se esté dando cuenta de ello.

Dentro de este gran reinicio destaca la agenda 2020-2030 que juró Pablo Iglesias al aceptar su cartera ministerial. En el libro escrito por Carlos Astil titulado “Bill Gates reset!” se exponen los objetivos de esta agenda. Para no alargar el presente escrito sólo mostraré alguno de ellos: en política ambiental hay un proyecto para eliminar la carne animal y sustituirla por “carne” artificial, a través de otros ingredientes, y así poder reducir el metano de la atmósfera procedente de las ventosidades del ganado, especialmente vacuno (página 289), porque nos conduciría a un “desastre climático; que es lo que está en el fondo de las aparentes ingenuas declaraciones del ministro Garzón. ¡Increíble! Y entre las medidas económicas destaca el establecimiento de un sueldo mínimo que haga la vida sostenible a la mayoría. Por todo ello, el lema de la agenda 2020-2030 es: “No poseerás nada, pero serás feliz”.

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