Opinión

Se busca pareja de hecho

La lista de espera para ser socio del Grupo Cultura Covadonga

Busco pareja de hecho. Da igual que sea hombre, mujer, transgénero o multigénero. Me basta con que tenga un DNI, que esté libre legalmente y que posea un carnet de grupista. La busco, precisamente para eso, para conseguir dicho carnet por la vía del parentesco y así poder llegar a ser socia del gijonés Grupo Cultura Covadonga. Estoy en lista de espera desde hace varios años, unos pocos comparados con los 15 que me consta aguardan algunos. Pero, dadas las circunstancias y el movimiento limpio de la lista, he decidido acudir al mercado negro (y no tan limpio) de las transacciones. Creo que esto no es algo ilegal, como mucho amoral, y tampoco estamos hablando de conseguir la nacionalidad española, sino solo de poder llegar a miembro de un club deportivo y cultural.

Les pongo en antecedentes: hace unas semanas visitando una casa con una agente inmobiliaria, salió de tema del bienestar personal, una cosa llevó a la otra, y terminamos comentando sobre el pedigrí de buen gijonés, que en este momento ya no se adquiere solo canturreando "ese Gijón del alma" sino sobre todo, relacionándose y socializando con miembros de ese club deportivo. Y así fue como dicha comercial me puso en antecedente sobre el método de adhesión por el atajo. Se trata de un "hecha la ley/hecha la trampa" ante la lentitud del movimiento en la lista de espera, y entonces me enteré de lo de las parejas de hecho y de lo de las amigas que se aparejan legalmente con amigas para conseguir tan meritorio acceso. Fue entonces como, de repente, vi la luz. Se me iluminó el camino, la senda y dictaminé la necesidad indiscutible de buscar esa pareja. Les diré que previamente a la publicación de este artículo-anuncio ya se lo había pedido a alguna conocida, divorciada y grupista, pero no fui capaz de embelesarla lo suficiente y denegó la proposición. A ellos (a los socios) ni siquiera se me ha ocurrido sugerírselo, porque con el género masculino y esta desafortunada edad mía, no hay con quién tratar. Así que visto lo visto, he decidió recurrir a este medio de comunicación para promocionarme y para buscar esa pareja que me de refugio en el gimnasio que se ve al otro de las cristaleras, al otro lado del río Piles, desde el aparcamiento de Las Mestas. Espero que, a pesar de lo delirante que pueda esto parecer, este diario, se haga eco de mi texto y me ayude, con ironía o sin ella, a buscar ese partener con acceso al paso fronterizo del torno. Por lo demás, no busco nada. El amor queda, por supuesto, al margen. Siempre ha quedado al margen, pero actualmente aún son tiempos mucho más convulsos y difíciles para los sentimientos elevados. Impera una realidad más agresiva y cosificadora. Y el mundo te podría calificar de tarada o de chiflada si hipotéticamente llegaras alguna vez a confesar cariño por otro ser humano diferente a tus hijos. Vivimos en la Edad de los Polímeros, una edad donde prima el desapego y donde solo es confesable amar a un can o un felino, todo lo demás se convierte en transgresor e incomprendido. El amor nunca es ya amor. Es otra cosa: una pulsión física, una transacción, el mantenimiento de una sociedad económica y civil, un trato comercial o una oficina de gestión administrativa y familiar. Así que creo que no debiera parecer nada anacrónico buscar una pareja para un fin tan filantrópico como intentar hacer deporte y con ello mejorar la salud. Esa es mi razón, una razón, tan loable o más, que cualquier otra de las anteriormente mencionadas.

El Grupo Cultura Covadonga es una entidad privada. Se fundó en 1938, un año extraño para una formación así, pero en ese fue el hito. Se creó no si llamarlo como disociación o subdelegación deportiva al que fuera Centro Asturiano de La Habana. Precisamente, en estos días, he estado coordinando un ciclo sobre la emigración asturiana a América organizado por la asociación cultural Tribuna Ciudadana, de la que soy vicepresidenta, y del Centro Asturiano de La Habana y de sus delegaciones a un lado y otro del Atlántico, se ha hablado extensa y largamente. Uno de los logros más indiscutibles de dicho centro fue la construcción a principios del siglo XX de un extenso espacio dedicado a la salud, me refiero a la emblemática Quinta Covadonga en la capital cubana. Esa reminiscencia a la Quinta, hoy Hospital Salvador Allende, pienso tiene algo que ver y debió estar en la génesis del "naming" del Grupo. En cualquier caso, tras más de 80 años, lo mismo que el Barça es más que un club, el Grupo también siempre ha sido más que un club, y es un lugar, una entidad asociativa, desde donde se impulsa a Gijón/Xixón, y por extensión a Asturias, como un referente deportivo a nivel nacional y ese es uno de los ejes estratégicos que a mi entender la Villa de Jovellanos debería continuar explotando como valor estratégico y modo de hacer ciudad.

Decir que me gustaría algún día poder llegar a ser una grupista es una obviedad, y más que nunca ahora, que he decidido cambiar de vecindad para poder jubilarme con calidad y paseando por el Muro, que es llano, y además, es gerundio, de aquí para allá. En cualquier caso, anhelo que corra rápido esa maldita lista de espera, antes de que sea demasiado tarde y la artrosis me aparezca. Porque, a día de hoy, aún soy una persona jovial, activa, con inquietudes sociales y culturales y con la firme creencia de que el activismo civil no deja de ser una forma de canalizar las pulsiones y las energías de los individuos hacía buenos fines comunitarios y sociales. Aunque en eso crea, lo tengo chungo con mi solicitud. La lista no avanza y el acceso al RGCC está paralizado. Pero, por intentarlo que no quede, no sé si será posible que por una extraña carambola pudiera acumular méritos puntuables para poder llegar antes a la deseada categoría de socia; o si el contrario, el acceso es sumamente aséptico, igualitario, libre e independiente a otros factores exógenos; o si fuera el primer caso, y sirvieran de algo las sinergias, les diré que soy madre de dos deportistas, de dos atletas y que a ellos también les gustaría ser socios, de hecho, así lo cumplimenté debidamente en su día en la solicitud. Bien es cierto que ser atleta hoy en día no es algo demasiado glamuroso, ni que se aprecie, siempre es estratosféricamente mejor y mucho más rentable ser futbolista y apostar por que tus hijos practiquen el "deporte rey", creo no está de más mencionarlo.

En cuanto a mis propios méritos deportivos les diré sinceramente que son casi nulos (aunque algo hago). Pero por la genética le viene un poco al galgo, o a los galgos. Sea como fuere, imploro a la Junta Directiva su buena obra del día y me admita con prontitud. Prometo a cambio fielmente ayudar a generar y practicar cultura, y también, por extensión, deporte.

En cualquier caso, permítanme no descartar el modo atajo, y poder encontrar una pareja de hecho como subterfugio. Como contrapartida a la operación no estoy en disposición de ofrecer demasiado, nada monetario, como muy mucho algo de conversación, un poema vacuo y… apenas nada más.

Si usted está leyendo esto (cualquier que esa su sexo o no-sexo) y estuviera interesado en este extraño apareamiento, diríjanse por favor aquí. Razón aquí.

(Y ahora toca decir que este es un artículo de ficción y que cualquier parecido con la realidad, es pura y simple coincidencia) (o no).

(En cualquier caso, gracias por su atención).

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