J. V. y un "incordiante"

La muerte de Juan Velarde, alejados de la ciencia de la economía e inmersos en el oficio periodístico, nos trae a la memoria, siempre leve e imperfecta, un testimonio de la vida y obra de un profesional singularísimo, de un gijonés esencial como Juan Ramón Pérez Las Clotas.

Un artículo de J. V. que supuso la salida fulminante de Clotas de Asturias, dejando LA NUEVA ESPAÑA, merece ser recordado en esta hora de la despedida del catedrático de Salas y en el inicio del centenario del nacimiento del periodista de Gijón.

Aunque en la vida del economista ilustrado, profesor, académico y divulgador se trata de una gota de agua en el océano inmenso de su abrumadora biografía, de su enciclopédico saber y de su dilatada carrera pública, sea permitido, en este tiempo de tanta recuperación de la memoria, el recuerdo de aquel incidente político y periodístico que protagonizaron dos de los asturianos sobresalientes de la segunda mitad del siglo XX.

Pérez Las Clotas, que ya había sido destituido como redactor jefe del diario del Movimiento Nacional por el Gobernador Marcos Peña, regresa a Oviedo a mediados de los sesenta como director a sustituir al frente del periódico al histórico fundador y "camisa vieja" Francisco Arias de Velasco.

Leal al régimen sin ningún género de duda hasta el final de sus días, Pérez Las Clotas se distinguía por haberse convertido en "un incordiante", como a él le gustaba definirse, para el Gobernador civil de turno y de forma singular para la oligarquía y los señores notables de Oviedo.

Lector infatigable y profesional apasionado y avanzado, moderno en la confección de periódicos, estaba atento al diario "Arriba" que marcaba tendencia en el régimen. El audaz director gijonés aprovechó para el diario de Oviedo un artículo "subversivo", según sus propias palabras, que firmaba J. V. en el periódico del Sindicato Vertical y llevaba por título "El rabo del zorro capitalista". Lo publicó el 16 de abril de 1966 en primera página. "Ahora el gran capitalismo español se disfraza de preocupado por el bienestar nacional. Nada le preocupa tanto como la redistribución de la renta. Pero el rabo le queda fuera", se leía. "Como viejo zorro, el capitalismo lo tergiversa todo". Desde sus planteamientos joseantonianos, J. V. se atrevía hasta a zaherir al tecnócrata y ascendente político del Opus Dei Laureano López Rodó. El texto del que Clotas daba como autor a Jesús Vasallo, entonces director técnico de la cadena de Prensa del Movimiento, había salido de la pluma del divulgador y profesor Juan Velarde, un joven economista ortodoxo del régimen que defendía entonces más impuestos para los ricos, la reforma agraria y la nacionalización de la banca. Para Francisco Carantoña, los planteamiento de Velarde en aquel tiempo representaban "la izquierda radical", escrito con toda la ironía del gallego en su periódico gijonés.

Dos días después de la publicación de "El rabo del zorro capitalista", Clotas salía de Oviedo con la oferta de una corresponsalía en Lisboa, un destino que cambió para siempre la vida de este centenario "gacetillero ilustrado".

Velarde, como ha escrito aquí Javier Cuartas, dejó atrás los fundamentos doctrinales del falangismo para contribuir al desarrollo español de los años sesenta con un jovellanismo activo hasta llegar al neoliberalismo en aquel país que su admirado Manuel Fraga sintetizó con el "España es diferente".

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