Tres lluvias de mayo
Impresionan las grandes masas de granizo acumuladas de forma inesperada en las calles de ciudades de la España meridional. Pero en el Norte, donde esas rociadas son más frecuentes, la sorpresa es la acumulación, en algunas riberas, de masas de semillas de chopo envueltas en vaporosos filamentos de color muy claro, que semejan nieve no lejos ya del verano. En ese carácter impredecible de la naturaleza, que se resiste a dejarse apresar en los logaritmos de la meteorología, está su libertad, la que impide que la sometamos. Mañana, en la lluvia de papeletas que se vayan depositando en las urnas, dominará el signo político que los electores decidan, que encuestas, sondeos y predicciones de los analistas han tratado de anticipar. Sin embargo, dichosamente, en la voluntad de los electores aún queda un margen de impredecibilidad que al final es la expresión de su soberana libertad.
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