Iluminaciones
En el estilo hay siempre economía de medios, modulación de la potencia. La iluminación navideña de las ciudades es un buen medidor de la voluntad de estilo, una dimensión también del civismo colectivo. En las iluminaciones desaforadas y abusivas y en los movimientos de masas navideñas que provocan suele haber, como en toda desmesura, una pérdida de estilo, que es siempre, hay que insistir, un ejercicio de contención y equilibrio. El tropismo natural hacia la luz, cuando se vuelve tropel, puede pisotear aquello que celebra. Y lo que se celebra es un misterio mínimo elevado a la grandeza histórica, con rango de era, por hechos posteriores, un polo que cuantos celebren las navidades, sean creyentes, agnósticos o ateos, deberían tener como referencia minimalista. Reconforta que en la ciudad en que uno vive no se haya perdido sentido de la medida ni en potencia lumínica ni en buen gusto.
Suscríbete para seguir leyendo
- Media España en alerta por lo que ha dicho la Guardia Civil sobre lo que está pasando con las tarjetas de crédito
- Alejandra Rubio abandona su casa con Carlo Costanzia
- Bruno, feliz ante la reciente noticia del embarazo, confirma en Reacción en cadena cómo se va a llamar el bebé: 'Como tú
- Suso Álvarez y las razones de su ruptura con Bea Retamal: 'No sabía que se estaba enamorando ni que tenía sentimientos
- Belén Esteban confiesa por primera vez los motivos de su ruptura: 'El fallo lo tuve yo
- Vuelven las carabelas portuguesas y obligan a cerrar al baño una de las playas más concurridas de Asturias
- Se descubre la nueva ilusión de Suescun mientras participa en Supervivientes: 'Nos gustamos
- Alessandro Lequio rompe su silencio y habla abiertamente del problema de salud que padece: 'Me acaban de llegar los resultados