Posada (Llanes), Ramón DÍAZ

Borja Gutiérrez se lo pasa bomba descubriendo nuevas sensaciones. Este joven, usuario del Centro de Apoyo a Personas con Discapacidad Don Orione, de Posada de Llanes, ha disfrutado ya en varias ocasiones de la nueva sala de estimulación multisensorial de la Escuela de Educación Especial del centro, de la que es alumno. La sala, que aún no ha sido inaugurada oficialmente, es una puerta a nuevas sensaciones para Borja y los otros 23 alumnos del Don Orione, de entre 10 y 21 años de edad. Es un canal de entrada de información que les ayuda desarrollar al máximo sus capacidades.

Pero el profesorado quiere que el aula de estimulación multisensorial dé aún más servicio. Por eso será utilizada también por otros usuarios del Don Orione fuera del horario escolar. Además, la sala cuenta durante estos días con unos visitantes muy especiales: los alumnos de Infantil del Colegio Público Valdellera de Posada. La visita ayuda, asimismo, al contacto entre los alumnos del Don Orione y los del Valdellera.

En el montaje de la sala de estimulación multisensorial, que ha durado un año, han participado los profesores del centro, quienes, al mismo tiempo, han ido formándose -siguen haciéndolo- para esta nueva tarea. La del Don Orione es un aula de «fabricación casera», según indicó María Ángeles Álvarez García, directora pedagógica de la Escuela del Don Orione. La sala contiene incontables elementos que producen los efectos lumínicos y sonoros más diversos, todo tipo de materiales táctiles, así como dos «piscinas», una de peluches y otra de bolas.

El aula de estimulación multisensorial, pionera en la comarca oriental para chavales con necesidades de educación especial, es producto del trabajo, la ilusión y el esfuerzo del profesorado, empeñado en dar la mejor atención a los alumnos. El hecho de que sea una sala «casera» no es óbice para que haya requerido una importante inversión económica por parte del Don Orione. Ello pese a que buena parte del material del que dispone haya sido confeccionado por los profesores, como la piscina de peluches, los paneles táctiles, el suelo de texturas, los móviles sensoriales o los paneles visuales. Claro que también cuenta con elementos propios de este tipo de aulas, como la fibra óptica, una columna de burbujas, la luz negra, un proyector de luces o los materiales vibratorios.

La idea de crear esta aula surgió de los profesores, la psicóloga, el fisio y la logopeda de la escuela, a la vista de la problemática de algunos alumnos y sus afecciones psíquicas, entre las que figuran el autismo, las plurideficiencias o los problemas graves de conducta. La sala, que ayudará a los alumnos a comunicarse y a transmitir emociones, será inaugurada después de la Semana Santa. En el aula entrarán a la vez, como máximo, dos alumnos, pues cada chaval tendrá su propia programación en función de su afección.