"Estaría bien que la gente se implicase un pocu más en les coses del pueblu, pues así se podría recuperar el orfeón, que tantos buenos momentos nos dio. Villamayor siempre tuvo muy buenes voces". Lo dice Felicidad González Toyos, que ayer se encargó de dar el pistoletazo de salida a las fiestas del Corpus Christi de Villamayor con la lectura de un pregón que arrancó numerosas risas y que concluyó con una despedida a lo Lina Morgan: "Emocionada y agradecida, solamente puedo decir, gracias por venir".

González, que nació en la localidad parraguesa de Pendás pero se mudó a Villamayor con 8 años, recordó los buenos momentos en la celebración impulsada por el Centro Organizador de Fiestas e Iniciativas de Villamayor (Cofivi) de chavalina. "Veníen muchos forasteros y al ser de les primeres romeríes de la temporada siempre había mucha gente, y muy buen baile. A mi gustábame muchu bailar", contó esta vecina de 83 años. Su discurso, que tuvo lugar junto a la iglesia tras la celebración de una misa en recuerdo de los socios difuntos, generó gran expectación.

La pregonera narró, visiblemente emocionada, cómo fueron sus primeros años en la escuela, a las órdenes de maestras como Clara Ramírez. También sus pinitos como actriz representando la obra escolar "Un secreto a voces", con la que la clase fue de gira por Sevares, donde recibieron "muchos caramelos".Explicó que entonces la mayor diversión que había en el pueblo era la de ir a la estación los domingos para ver pasar el tren de las siete "y metenos un pocu colos viajeros". Ese día también era especial porque jugaba el "Fortuna" en El Potrero. Entre los componentes del equipo de fútbol se encontraba su marido, ya fallecido, Luis Pérez, "El Toque", para el que también tuvo palabras de agradecimiento. Su barrio también cobró protagonismo en el discurso. "Pa llegar a El Valledal hay tres sucos: el de La Tiendina, el de Máximo y el del Chobelu", dijo la pregonera, que realzó el valor de la labor de vecinos como "Julio, el boticariu". Y cerró la intervención agradeciendo "l'empeñu que pon la parroquia rural de Villamayor, y sobre tou su alcalde, Andrés Rojo" para organizar actividades en beneficio de todos, como las clases de memoria a las que asiste.