Ni la lluvia, ni el frío, ni el hecho de que muchos comercios estuvieran abiertos evitó el éxito de la movilización en defensa de la mejora de la carretera del desfiladero de La Hermida, que une Cantabria y Asturias. Los 200 asistentes exigieron una actuación en profundidad en una carretera estrecha y peligrosa, en la que han muerto una veintena de personas en los últimos decenios. La jornada incluyó una marcha, un minuto de silencio por los fallecidos en el desfiladero y la lectura de un manifiesto. Exigieron la adecuación del desfiladero, "porque viola nuestro derecho a la igualdad de oportunidades y eso es inconstitucional". Y pidieron "que el Estado haga lo que tenga que hacer" para que el desfiladero de la Hermida sea una carretera segura.